008

3.2K 300 70
                                    




—¡¿Me estás diciendo que casi follas con Hiro?! ¡¿Hiro Hamada?!—Gritó la peli-negra con claro asombro.

Honey solo tenía la mirada fija, y la madre de la castaña acariciaba su cien con sus dedos. Si, la cosa es que la menor de los Cooper no pudo aguantar más y le confesó todo a sus amigas. Y para hacer menor el regaño, le dijo a su madre, ya que así la ayudarían un poco. O eso creía.

—¡Gogo!—le reclamó.—N-No lo digas así.—Tragó saliva y miró a la señora Cooper.—Mamá dime algo, se qué tal vez voy a..

—No estoy enojada.—su respuesta la sorprendió

—¿Ah, no?—

—Es normal que empieces a hacer cosas que los demás adolescentes hacen, pero si eso es a lo que ibas a casa de Hiro te hubiera dado pro...—

—¡Mamá!—Dijo avergonzada—No hago eso cuando voy a la casa de los Hamada. Es la primera vez qué pasa esto, cosa que n-no debió pasar.—

—¿Pero tú deseabas que pasara?—Después de un rato, Honey habló.

—No lo sé. Puede que el me guste. Pero esto ya es otro nivel, ni siquiera somos pareja.—Dijo tapándose los ojos con desesperación. ¿En que estaba pensando cuando correspondió el beso?

—Deberían hablarlo, cielo.—Murmuro. La castaña negó varias veces con la cabeza mientras pequeñas lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.

—No quiero perder su amistad por un simple error, mamá. No quiero...—murmuró.

—Pero sería lo mejor, tal vez hasta Hirp sienta lo mismo que tú.—Dijo.

Y tal vez, tal vez eso le dio un poco de esperanza.

—Ella me contó que estabas con Violetta, ¿hubo alguna razón en especial?—Cass habló a su sobrino

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



—Ella me contó que estabas con Violetta, ¿hubo alguna razón en especial?—Cass habló a su sobrino.

—No se qué pasó. De pronto comenzábamos a hablar y olvidé completamente lo qué pasó. Yo se que no debí, lo que hizo estuvo mal y..—

—No está mal que hablaras con ella, cariño. Solo te pido por favor que tengas cuidado. Recuerda lo qué pasó ese día en la cafetería.—

El asintió.

—Ese día...que ustedes dos estaban aquí. Note algo raro en el cuello de ______, ¿tú no viste nada?—Preguntó con inocencia. Hiro tardó en procesar lo que su tía le acababa de confesar.

Cuando por fin lo entendió abrió sus ojos como platos y sus mejillas se pusieron de color carmesí.

—¡Tía Cass!—exclamó avergonzado.

—¿Ya están juntos?—preguntó con esperanza.—Solo te digo que no quiero sobrinos aún. Son muy jóvenes.—

—¡Cass! ¡No hicimos nada!—

•Heather• H.Hamada X TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora