Entre Dulces y Nubes | Jeongcheol ²

Tercer capítulo

— ¿Te gusta hyung? —preguntó Jihoon sin dudar.

Seungcheol agradeció no estar bebiendo nada, porque seguramente hubiese escupido todo por lo repentino de la pregunta del menor.

— ¿Qué hyung? Tienes muchos hyungs, debes especificar —los nervios empezaron a hablar por él,— Porque si no especificas, no sabré quien es el hyung al que te ref-...

— Si —Jihoon lo cortó,— Te gusta Hannie hyung.

Seungcheol suspiró; tenían razón cuando le decían que era como un vaso trasparente.

Iba a hablar para refutar al contrario, pero como la mayoría del tiempo, se quedó sin habla pues aquel amor platónico que tenía acababa de ingresar a la casa de Jihoon.

— ¡Traje palomitas! —dijo entrando al lugar, calló cuando vio que estaba el otro chico y sonrió,— Oh, Cheollie ¿Quieres ver una película con nosotros?

Bien. Sabía que iban a ver una película, por algo Jihoon lo había invitado... Pero no sabía que Jeonghan también iría y que lo hubiese llamado con aquel cariñoso apodo solo lo hizo ponerse más nervioso y que no pudiese contestar.

Temió una pequeña trampa del pequeño diablillo que tenía como amigo.

— Eh ¿Hyung? Me surgió algo importante, me voy unos minutos —ahí estaba la trampa,— ¿Pueden empezar a verla? Volveré pronto.

Sin esperar respuesta, Jihoon salió de la casa y se fue a dar una vuelta al parque; esperaría ahí 30 minutos si fuera posible.

Ambos jóvenes dentro de la casa se pusieron a reír, nerviosos.

Prepararon las palomitas entre sonrisas tímidas y pusieron la película de forma silenciosa; ninguno de los dos quería romper el silencio y entre pequeñas miradas con mejillas sonrojadas, vieron la primera parte de la película.

Seungcheol se dio cuenta que Jeonghan era muy tímido a pesar de su personalidad extrovertida. Jeonghan aprendió que Seungcheol era un amante de los detalles lindos.

Jihoon se prometió no dejar que esos dos cocinarán otra vez.

Pero se sintió realizado al ver como el pelilargo dormía sobre el hombre de Seungcheol.