C A P I T U L O *V E I N T I U N O*

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EVA:

Todo está negro, no hay nada alrededor.

-¿Hola?

Nada.

Siento una brisa.

¿Estoy en ropa interior? Mierda...

Me abrazo a mí misma.

SI QUE HACE FRÍO.

En un abrir y cerrar de ojos hay un armario a diez pasos delante mío.

Camino rápidamente hacia él.

Abro el armario, solo hay: pantalones negros, una polera de tirante negra, botines con tacos cortos negros, una chaqueta de cuero negra; hasta los calcetines negros.

Suspiro dramáticamente. Todo negro.

Me coloco cada prenda. Me toco el pelo y mi peinado es un tomate medio desarmado.

Levantó la vista y hay un espejo.

Mierda. ¿Desde cuándo me cambie el peinado?

Estoy con las putas onduladas, labios rosados, delineado y sombra negra.

De pronto me da una punzada en la cabeza. Mis manos van a mi cabeza, empiezo a sobar lentamente.

Deja de doler. Como si nada. me levanto extraña y levanto la mirada.

Ya no está todo negro, ya no esta el armario, solo hay árboles; espera lo conozco; estoy en el bosque mas grande de el pueblo. De noche.

Algo me dice que debo caminar. Doy mi primer paso, doy otro y otro...

Llevo media hora caminando, solo veo árboles gigantes.

Me doy vuelta sobre mis pies para mirar atrás, y está oscuro. devuelvo mi vista hacia al frente y...

Hay una casa, sola, en el bosque, es mi casa.

Me acerco poco a poco, me preocupo en no caerme, o en pisar un palo o zafarme el pie.

-¡Papá, basta!

Una voz de niña me apresura en llegar.

La puerta está abierta, la abro y:

-¡Papá me duele!

-Debiste pensar antes de actuar entonces.

-Papá lo siento, sólo quería un chocolate, nunca me... nada...

-Me rompo la espalda para mantenerte, niña malcriada.

-Papá no lo volveré hacer, por favor deja de pegarme. M-me du-ele-dice en sollozo.

-¿Qué pasa?

Los dos dirigen su vista al pasillo.

-Mamá, papá me está pegando porque me compre una moneda de chocolate. Me duele mucho -se apresura decir.

La madre se dirige a la chica y le empieza a tirar las patillas

-No te basta que te digan gorda todo el tiempo, para que comas más chocolate. ¿ah?

-¡Mamá basta!

La mama mira a su esposo:

-No le pegaba solo por eso, le pegaba porque me robó dinero para comprarse ese maldito chocolate.

La madre de la niña deja de tirarle el pelo.

-Ya sabes lo que tienes que hacer-le dice ella al hombre.

El asiente.

El se saca el cinturón... toma a la niña a la fuerza. Ella empieza a gritar, la madre se hace un lado, haciendo muecas de desagrado por los gritos...

La verdad ocultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora