Capitulo: 11

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Luffy había salido muy temprano hoy ya que no se sentía muy bien, tenía náuseas y mareos, su cuerpo se llenaba de preocupación. Al estar en su casa lo único que pudo hacer es ir a recostarse, en eso pierde la noción del tiempo. A menudo esta dormido, incluso despierto, le cuesta mantenerse consiente. Mientras esta inconsciente se imagina que esta bailando con alguien. Están bailando. Un baile lento y melódicos, pasos faciles de asimilar, 1, 2, 3, 1, 2, 3, murmura el mientras mueve los pies, en eso se da cuenta de que es un hombre que baila con el, tez morena, constitución delgada, joven de estatura media, cabello negro, pero con la cara borrosa.

" " Chicos no consuman drogas, xd" "

" PENSAMIENTOS DE LUFFY"

—Puedo ver su sonrisa, de verdad que esa persona parece estar feliz, estoy sintiendo su estrecho pecho, se siente cálido, tiene manos ásperas y largos dedos, para ser un hombre tiene manos muy bonitas, pero al entrelazar con los míos se que son fuertes y largos de un hombre, me gusta como se mueve al bailar, también como me agarra de la cintura, siento que podemos tener una conexión por el agarré de su mano a mi cintura. Me avergüenza que el se tenga que disculpar cuando lo piso por no saber bailar. Su voz suena gruesa y rasgada, es intimidante pero a la ves muy amable, aun que la parte superior de su boca este borrosa, se que es un hombre bonito y varonil, se ve elegante con ese traje negro…esta totalmente de negro. Ahora mismo me siento feliz. La música empieza a ser mas rápido, ¿Como podré bailar?

"FIN DEL PENSAMIENTO"

Mientras bailan de repente alguien posa su mano sobre el hombro del hombre con el que esta bailando Luffy, es la de una mujer, el hombre suelta al joven y voltea a ver a esa persona. No se puede ver el rostro de ella, pero se pude notar que es hermosa. El hombre deja a Luffy ahí sin decir nada y ahora esta bailando con ella, el hombre no se ve tan feliz, pero trata de estarlo. Luffy extiende su brazo y totalmente congelado trata de decirle que no se valla, que no lo deje, que solo quiere un último baile, pero no tiene palabras en su voz. No es capaz de tartamudear.

El sueño acaba ahí y el joven se despierta totalmente transpirado, con la respiración agitada, había pasado mas de 3 horas durmiendo o desmayado, aun no sabia que había pasado. Los mareos se detuvieron, las náuseas también, pero la preocupación no se iba, ¿Que le estaba ocurriendo?.
Se levanta de la cama y se dirige a tomar un vaso con agua bien fría, se preguntaba quien podría ser esa persona, aun que sería demasiado fácil descifrar quien podría ser ya que nada mas sus ojos eran borrosos, pero su mente no podía reconocerlo, la inquietud de no saber quien era lo estaba absorbiendo, era extraño, nunca le había pasado esto antes. El hecho de ponerse así por no saber quien es la persona en sus sueños, era totalmente extraño.

Se dirigió luego a cambiar las sabanas ya que estaba muy mojado, al acabar se metió a la bañera a tomar un baño, estando ahí por 10 minutos aproximadamente, su cabeza divagaba, cuando de repente recordo la noche en la que perdió su decencia y se entrego a un hombre que solo le hacía sufrir a su omega interior. La noche en que solo se podían escuchar sonidos lascivos. La noche en donde quizás se vinculó con la persona equivocada.
Pequeños fragmentos de recuerdos, momentos en donde Law le decía que lo necesitaba.
En donde Law movía sus cadera mas rápido para penetrarlo.
En donde Law lo besaba apasionadamente tanto que igual estando sin aire el podría haber sobrevivido nada mas de los labios del mayor, y en donde el podía sentir el aroma del alfa en las sábanas de la cama, en su ropa y en su cuerpo, el calor de estar recostado en el estrecho pecho de Law, le llenaba de melancolía, de tristeza y de furia, que provoca que en la tina el joven lloré lágrimas que corren a lo largo de sus mejillas, el no hizo nada para detenerlas solo se agarra las rodillas llorisqueando, su presencia se vuelve intensa, pero también hueca. Un gran vacío negro en su interior, como si su humanidad hubiera abandonado su cuerpo.

 El amor no es un libretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora