🎮 ִֶָ 𖥔 ࣪˖ ⋆ Capitulo 5

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La última semana de trabajo para Kuroo, antes del pequeño accidente de Kenma, había sido muy pesada. Realmente llegaba mil veces más cansado que antes a su hogar, estas veces nisiquiera se tomaba el tiempo de comer algo antes de irse a dormir. Simplemente subia a su habitación y se quitaba la ropa del trabajo para luego acurrucarse en el pecho de Kenma para dormir plácidamente hasta el otro día.

En vacaciones no tenía menos trabajo, claro que no, era un adulto con responsabilidades. Lamentablemente. Por lo que apenas se levantaba, bastante temprano por costumbre, solía hacer cuentas de literamente cualquier cosa, a veces de pagos de la casa, boletas de la luz, agua y otros servicios.

Hacía ya una semana que había terminado con todo ese tipo de cosas por lo que pasó a tocar algunos temas mas sobre su boda. Tenían casi todo listo exepto los trajes y los anillos, lo cual no tenía mucho sentido ya que era lo más importante de la boda básicamente, pero bueno, prefirieron dejarlo para el final.

Un bostezo salió de su boca y no se dió cuenta en que momento cayó rendido sobre la mesa, cualquiera podía asegurar que era por la carga horaria y la auto exigencia que el joven se ponía sobre si mismo.

No tardó mucho en que Kenma se levatara de la cama, un tanto confundido porque a esa hora ya solía haber olor rico en la casa ya que Kuroo preparaba el desayuno. Asi que cuando no sintió ese típico aroma se preocupo un poco haciendo que este sentimiento lo despegara de la cama.

Al bajar al comedor lo vió recostado sobre la mesa y se acercó a él, a lo mejor le había pasado algo, se había desmayado o algo así. Para su suerte no lo fue, solo estaba dormido por lo cual se permitió sentarse al lado y apoyar sus brazos sobre la mesa para apreciar su rostro dormido. Se veía realmente cansado por lo que le dió lastima levantarlo.

-¿Cuanto has trabajado para terminar así? -Con delicadeza pasó su mano por el cabello azabache de su prometido y decidido a que no tenga problemas de salud por mala postura ideó un pequeño plan para llevarlo al sofá. Con cuidado se puso delante de él y abrazó su torzo- Tetsu, recuestate en el sofá por lo menos... -A paso pesado logró a arrastras llevar al mayor a la sala, con cuidado lo dejó en donde tenía planeado y luego de taparlo con su colcha favorita se quedó a su lado unos minutos-

Simplemente se dedicó a apreciar lo hermoso que era, como siempre, pero esta vez más detalladame. Su nariz era bastante larga pero le daba un toque elegante a su rostro, su mandíbula marcada y en forma más o menos puntiaguda era un razgo característico de él. Sus pestañas eran bastante largas pero al mismo tiempo no y no olvidemos sus mejillas, eran tan suavecitas que Kenma no pudo resistirse a acariciarlas.

Dejandose llevar por la situación Kenma comenzó a cantar con voz suave la canción favorita de ambos. Everybody loves somebody, el como llegó a ser su favorita entre muchas se remonta a tiempos lejanos. Aquella noche donde ambos estaban bajo el manto estrellado de vacaciones en la cabaña familiar de los Kuroo, había una bonita lluvia de estrellas y muchos sentimientos encontrados. Y mientras los dos adolecentes se encontraban un tanto alejados de la cabaña los padres del azabache habían puesto música super alto, al punto de que ellos también la escuchaban.

Alli, bajo el bonito cielo y con esa canción de fondo ambos hablaron al mismo tiempo....

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- -Quiero decirte algo -Dijieron los dos jovenes de 13 años uno al lado del otro sentado en el césped-

Cambios - KurokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora