Capítulo 49

2.3K 139 15
                                    

Capítulo 49:

"Las marcas que los humanos dejan son, con demasiada frecuencia, cicatrices"

-John Green, The Fault in Our Stars.

Me pare del sofá cuando los incesantes rayos del sol se convirtieron en una realidad inevitable para mis ojos. Mi cabeza dolía como nunca, quizás porque había pasado toda la noche en vela. Mire a las fotos que parecían reírse de mi miseria toda la noche. Las había esparcido por la mesa de café, tratando de encajar los fragmentos de la situación, pero fallando miserablemente.

La única conclusión es que esta situación era como lodo -capaz de pegarse a la costura baja de la ropa hasta dañarla por completo, además de que su horrible olor puede ser ineludible.

"Mierda" -propuso mi consciencia.

Si, también era una mierda.

Noté la cafetera desde donde me encontraba, el café se encontraba en un pequeño envase a su izquierda. Sabía que una buena dosis de cafeína me ayudaría a terminar este día y pensar con claridad, sin embargo, no tenía el más mínimo deseo que ingerir café... o de comer, siendo honesta.

Fuí con prisa a mi habitación para buscar algo de ropa, luego entre al baño con la misma prontitud. Mientras mi cuerpo removía las impurezas de mi cuerpo, quise pensar que podía remover el desastre que las fotos en la sala podrían causar con la misma facilidad.

La verdad es que, a pesar de la amenaza, tenía toda la intención de hablar con Ian, ya que esto era algo que podría perjudicarle a el más que a mí. Solo debía encontrar el momento adecuado para hablarle.

¿No es como si estaba siendo literalmente vigilada, cierto?

Al salir del baño, me puse un simple conjunto negro y me preparé con diligencia. Una parte de mi quería pensar que, al salir por la puerta, las imágenes se borrarían por completo de mi memoria, pero no fue así.

A pesar de usar mulas esta mañana, cada paso resonaban en mi mente y me sentía frustrada en gran manera. Era como si quisiera acelerar el reloj hasta el final de esta prueba, pero el final fuese lo contrario y resultase en agonizantes minutos disfrazados de horas.

Mi viaje al Black Inc. Fue largo, quizás el mas largo de la historia, aunque la ciencia fuera a decirme que tomo los mismo 45 minutos en metro de cada mañana, pero ¿cómo se le explica a la ciencia que la angustia tiene la habilidad de alterar la percepción del tiempo?

Al entrar al edificio, note que Reagan se encontraba en el mismo lugar de siempre. Quise seguir de largo sin ningún tipo de interrupción, pero la pelirroja empezó señalarme para que me acercara.

Murmure por lo bajo ante la interrupción, pero me aproxime de todas formas.

-Reagan - empecé a decir, -me encantaría hablarte, pero mi jefe está a punto de llegar y necesito estar arriba primero.

Hoy sobre todos los días.

-¡Si, si, es que se va a poner super furioso! Por eso te estoy llamando -parecía exasperada por alguna razón.

-¿Y por qué iba a ponerse furioso? Mi hora de llegada no inicia hasta dentro de 30 minutos.

-Si, lo sé, lo sé. -dejo escapar un suspiro -El problema es que la señorita Michaels esta allá arriba. Tu jefe va a odiar escuchar que alguien para una junta llego antes que su secretaria. Le ofrecí algo de tomar aquí abajo para entretenerla, pero no quiso -bajo la voz antes de continuar, casi susurrando - no debería decir esto, pero ella es insoportable.

Asistiendo al Señor Black Donde viven las historias. Descúbrelo ahora