*Cuatro meses después*
Ya habían pasado cuatro meses y Guille no despertaba aún. Todos los días me la pasaba en el hospital, le hablaba, le pedía que vuelva, le contaba sobre nuestros hijos y solía leerle algún que otro libro.
Bueno, hoy como cada día fui al hospital, pero esta vez estaba emocionada, en mis manos llevaba un sobre con el resultado del sexo de mis bebés, obvio no lo abrí ya que quería hacerlo cuando esté con Guille. Entré a su cuarto y me encontré con la gran sorpresa de que estaba despierto por lo que corrí a abrazarlo.
Guillermo: ¿__________? ¿Sos vos?
T: Sí mi amor, por fin despertaste- dije llorando para luego besarlo pero él se apartó de mí.
Guillermo: Tu tía puede vernos, ¿qué haces?
T: ¿Qué?
Guillermo: ¿Dónde está ella?
T: Guille...
Guillermo: Era joda mi amor, veni acá- rió.
Guille me agarró del cuello y empezó a besarme por lo que agarré su mejilla y lo acaricié, cuanto extrañé todo eso.
T: Sos un forro de mierda pero así te amo mi amor
Guillermo: Yo también mi vida, ¿cuánto tiempo estuve así?
T: Cuatro meses solo
Guillermo: Por suerte... ¿y eso?- mirando el sobre.
T: Es el sexo de nuestros bebés
Guillermo: ¿Nuestros bebés? ¿Son dos?- sonriendo emocionado.
T: Sí mi amor, son dos
Guillermo: Oh dios, soy un capo- rió.
T: Callate- le seguí la risa-, ¿lo abro?
Guillermo: Sí
Abrí aquel sobre, agarré el papel y lo desdoblé con prisa para luego leerlo.
T: Son hombres
Guillermo: ¿Hombres?
T: Sí, mira
Guillermo: Oh dios, ¡son hombres!
T: Mira vos de la que nos salvamos, si eran mujeres ya te veía comprando dos escopetas
Guillermo: Eso ni se duda mi vida
T: Sos un caso vos... ¿ya hablaste con algun médico?
Guillermo: Sí, ya me hicieron un millón de pruebas... ¿sabes qué? Muero por un asado
T: Me lo imagino pero ya veremos lo que te dice el doctor
Doctor: Buenos días
T/Guille: Buenos días
Doctor: Guille, a las tres te damos el alta, ya estás recuperado del todo, lo único que me preocupa es si vas a poder caminar bien
Guillermo: Ya lo hice esta mañana, me costó pero pude
Doctor: Bueno, camina, te hará bien, a las tres vengo
Guillermo: Perfecto
El doctor se fue por lo que Guille se levantó con mucho cuidado por si sus piernas fallaban, por suerte pudo pararse bien así que empezó a caminar lentamente por toda la habitación mientras yo lo miraba expectante.
T: Ay
Guillermo: ¿Qué pasó?
T: He roto aguas