Pesquisas

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Arthur Weasley era lo que muchos llamarían un hombre caído en desgracia. Tenía treinta años y ocultaba un secreto imperdonable ante la sociedad, el cual le valió el repudio total de parte de su familia. Después de haberse distanciado de estos, había conocido a Molly Prewett, con quien desde hacía tres años estaba casado, lo que valió que su familia terminara por darle la espalda

Aun no tenían hijos, ya que querían primero estabilizarse. Molly soñaba con tener una gran casa en uno de los barrios más lujosos de Londres y todo aquello que por tradición le debería corresponder a un Weasley, pero a lo cual Arthur había renunciado sin consultarle

Esa era una constante fuente de problemas entre ellos, como el que estaban teniendo mientras desayunaban

- Ya te dije que no es mi culpa - dijo Arthur con voz cansina

- ¿Y entonces de quién es? - pregunto Molly

- No sé - dijo Arthur desesperado -. De la suerte, del destino, ¿Qué sé yo?

- Yo si lo sé - dijo Molly - es tu culpa. Tuya y de tu ineptitud. No sirves para nada.

- No digas eso Molly - pidió el pelirrojo - Yo te amo

- ¿y que hago yo con tu amor? - grito la mujer poniéndose de pie - ¿me visto? ¿c0mpro joyas? ¿Viajo? ¿Qué hago? Tu amor no me sirve para las cosas realmente importantes. Fracasado - escupió antes de salir arrojando la puerta

Había pensado en divorciarse, pero es que la amaba tanto. Respiro hondo y miro a su alrededor. ¿Por qué Molly no lograba quererlo como él lo hacia? Miro su reloj y salió de prisa. No podía llegar tarde a la fábrica

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Zabini Company era una de las fabricas automovilística más importantes de Europa con base en Londres, pero ensambladoras es Japón, India, Rusia, Estados Unidos y Brasil. Competía con marcas de autos de lujo como Mercedes Benz, Volkswagen, Roí Roy entre otros. Su dueño era uno de los hombres más deseados de Europa, Blaise Zabini. Había asumido la presidencia tras la muerte de su padre en un accidente aéreo hacia dos años, cuando y apenas contaba con treinta años.

El mundo empresarial había esperado ver el ocaso de una de las empresas más importantes del rubro tras el ascenso de alguien tan joven y de vida tan desordenada a ese cargo. Sin embargo Blaise había demostrado que podía llevar su vida profesional y personal sin que se afectaran entre sí. De ocho a cinco era el hombre de negocio más importante y temido del continente, su visión y audacia en los negocios le habían valido llevar al consorcio al siguiente nivel, posesionándose en el mercado como número uno, y abriendo una brecha descomunal entre Zabini Company y la competencia.

Mientras que de seis de la tarde a cinco de la mañana era un hombre déspota que creía que podía tener a quien él quisiera y como él quisiera con solo tronar los dedos. Existían diversos mitos alrededor de su persona, como que nunca se acostaba dos veces con la misma persona, sus prácticas sadomasoquistas en el sexo o que tenía cierta obsesión por las personas pelirrojas. Lo que si era cierto es que más de una vez había anunciado en los programas sensacionalistas quien sería su próxima conquista, y no se había detenido ante nada ni ante nadie hasta conseguirlo. Poco importaba si era hombre o mujer. Casado o soltera. Si él decidía que quería a alguien en su cama, lo tenía, lo usaba a capricho y luego iba por su siguiente fijación

¿Cómo conseguía que la gente cayera en ese juego? Era algo que sabían solo él y sus víctimas, como la prensa amarillista las llamaban

Ese día viajaba en la parte trasera de su auto. Iba recordando detalladamente todo lo que había hecho la noche anterior con James Potter, el único hijo de una familia que era parte de la corona británica. Lo había vuelto a ver después de varios años que el pelinegro había regresado al país. Sin lugar a duda había mejorado sus movimientos en el extranjero

PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora