8 ¡Eres Mia! ¡Solo Mia!

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La compuerta del avión se abrió y colocaron la escalinata. Una carrosa tirada por dos cabellos blancos se aparcó a unos metros de esta. La conducía un hombre de estatura media que no desvió la mirada ni un instante. Su destino no era lejos. Apenas y atrás de la colina que tenía enfrente, sin embargo a él le habían pagado para que tomase el camino de la izquierda, el más largo. El viaje demoraría poco más de media hora. Excentricidades de millonario, pensó Argus Filch

Al llegar a tierra firme, Blaise le ofreció el brazo y subieron a la carrosa. El pelirrojo se veía realmente hermoso en ese vestido floreado de corte campana que le llegaba hasta la rodilla. Entre las cosas que su jefe le había dejado no solo estaba el vestido, sino también crema depiladora, un bolso de mano, un conjunto de ropa íntima de mujer con encajes, ¡amaba los encajes!, un par de zapatos de taco bajo, obviamente Blaise no sabía que él era un maestro caminando en taco agujas. Eligio un maquillaje suave y veraniego, muy diferente al que su madre le gustaba. Su madre. Solía seguir su vida por la prensa de la farándula. ¿Qué pensaría si lo viera en ese momento?

- Te ves hermoso - le susurro Blaise al oído

- Gracias - dijo Arthur bajando el rostro sonrojado

- ¿Qué piensas? - pregunto Blaise

- En el ataque cardiaco que le daría a mi madre si me viera vestido así - dijo Arthur

- Pero le daría el ataque por no entrar en ese vestido así de linda como tú - dijo Blaise, ambos se miraron y lanzaron una carcajada

- Respeta a mi madre - dijo Arthur sonriendo

- Cierto, es mi suegra - dijo Blaise

- No sé qué depreciarían más mis padres - dijo Arthur mirando hacia el paisaje - si ser tus suegros o los de Molly

- Ya dijimos que los próximos tres días ella no existe - dije Blaise

- De hecho - dijo Arthur -, hace meses que no existe - y su amante se acercó para besarlo suavemente

- Hay algo que te quiero preguntar - dijo el moreno - ¿Has pensado en tener hijos?

- ¿hijos? - pregunto Arthur sorprendido - yo...

- Si. Tú. Hijos. Te lo voy a poner más claro - dijo Blaise - ¿te has planteado la idea de ser madre? - y los ojos de Arthur Weasley se abrieron de manera descomunal - veo que no - concluyo el hombre con una risa

- ¿Por qué te burlas? - dijo Arthur molesto

- No me estoy burlando - dijo Blaise - lo lógico es que personas como tú elijan o un hombre que les de una familia. No tiene nada de malo

- Soy un fenómeno - dijo Arthur indignado

- Ya te dije que no me gusta que hables así de ti mismo - dijo Blaise

- Es lo que soy - dijo Arthur molesto - deténgase ahora - y el cochero lo hizo por lo que se bajó de prisa

- Princesa... - dijo Blaise siguiéndolo

- No - exigió el pelirrojo - no te me acerques

- ¿Por qué crees te invite aquí? - dijo Blaise

- Es obvio que para llevarme a la cama - prácticamente grito Arthur señalando sus ropas

- No - dijo Blaise sonriendo - te traje por idiota. Porque ya no sé qué hacer para que te decidas a divorciarte de tu mujer y venirte conmigo. Y antes que me grites, no te estoy llamando interesado. Estoy intentando ponerte el mundo entero a tus pies. Decirte que me enamore de ti por lo que eres. Tal cual. Y como cualquier hombre enamorado, te quiero a mi lado. Quiero casarme contigo, tener una familia contigo. Envejecer contigo ¿tan malo es eso?

PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora