🐺Capitulo 21.🐺

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Cielo azul y nubes eran todo lo que se podía mirar por las ventanas de aquel avión privado. JungHyun estaba de mal humor, esperando que al llegar a Francia pudiera solucionar todo cuanto antes para volver. Esperaba que Adrien no se fuera por las ramas, no apreciaba ningún encuentro con él y menos con Arlett, una omega empalagosa que no provocaba nada en él. Ningún omega lo hacía ahora, simplemente MinYing podía provocar esa cariñosa y excitante sensación cuando lo miraba.

Normalmente JungHyun se sentiría amenazado por lo dominante y bromista que era MinYing, pero no. No lo hacía, bueno, no del todo, pero era algo normal después de todo era un alfa y uno realmente dominante. Con MinYing, su atrevido omega, realmente estaban intentando llevar una buena relación con la mierda dominante de los dos. JungHyun lo entendía como alfa, él era así por naturaleza y porque se había formado así, pero MinYing se había formado a base de una tragedia y si esa era su forma de cuidarse de los otros estaba bien, como su alfa tendría que brindarle seguridad y adaptarse.

Unas piernas bonitas acapararon su atención antes enfocada en el piso del avión, JungHyun alzó su mirada para encontrare con la omega azafata de siempre. La hermosa omega rubia de bonito rostro con labios rosas y algo gruesos, obviamente los de su omega eran mejores, perfectos, le sonrió casi seductoramente.

—Señor Jeon, es un placer servirle — Hoseok quien estaba enfrente de él carraspeó, JungHyun lo ignoró —. Señor Jeon ¿Necesita de mis otros servicios? — los ojos de la omega destellaron en azul por un instante, insinuando un encuentro sexual, de esos que casi siempre tenían cuando el alfa quería una mamada —. Le ayudará a sentirse relajado.

— No necesitaré de sus servicios nunca más, a partir de ahora solo concéntrese en su servicio como azafata — la omega borro su pequeña sonrisa y asintió —. Trae un buen vino.

Una vez el alfa dio la orden, la omega se puso en marcha. La paz que estaba sintiendo JungHyun al mirar las nubes se acabó cuando una risa burlona se escuchó, Hoseok lo observaba con genuina diversión, pero también asombro.

—Te han domado, Jeon. No pensé que te negarías — sintiéndose un poco ofendido, el alfa gruñó —. Te entiendo, con un omega como el tuyo a mi también me daría miedo que me cortaran las pelotas.

—¿Como no iba a negarme? Nadie además de MinYing me interesa ahora y sí, me gusta conservar mis pelotas.

— Tranquilo, hermano, haremos esta mierda rápido para volver a Italia, tampoco estoy muy contento con estar divididos cuando el peligro asecha — intento traer calma, Hoseok estaba un poco asqueado por la tensión que acompañaba el olor de su primo, un olor muy dominante incluso para él.

...

JungHyun estaba tolerando todo esto gracias a que Adrien tenía un buen vino Michel Chapoutier para ofrecer, el hombre se había esmerado con uno de los mejores vinos elaborados en Francia. Si había algo que agotará la poca paciencia con la que había sido bendecido, era que lo hicieran esperar y se andarán con rodeos, suponía que lo que tenía para decir tal vez no le iba a agradar. Terminar esta mierda de reunión era lo que único que faltaba y quería para poder regresar al lado de su omega, al parecer su primo esperaba lo mismo.

Encontrar un lugar adecuado para establecer una base no había resultado tan tedioso, el día que llego empezó su búsqueda para cuando lo encontró habían pasado dos días y comunicó todo a JungKook y su padre, después Eun Woo se haría cargo. Observó al hombre dar vueltas y luego finalmente sentarse detrás de su escritorio, mirándolo fijamente JungHyun comprendió que el hombre frente a él se estaba preparando para proponer una imprudente idea.

Signore Jeon, me complace hacer negocios con usted, ¿Cómo están sus padres? ¿pareja? — Adrien preguntó, ansioso.

Signore, ponga las cartas sobre la mesa, no me haga perder el tiempo. Venimos a hablar de negocios — JungHyun habló, tajante.

Gαɱҽ Oϝ Lσʋҽ⫸𝓚𝓸𝓸𝓴𝓶𝓲𝓷 - 𝓙𝓾𝓷𝓰𝓶𝓲𝓷⫷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora