YoonGi, un alfa multimillonario y poderoso, siente que su vida no le satisface.
Casado con una mujer que lo odia e hijos que se mantienen a su lado únicamente por interés, YoonGi desea huir de la monotonía.
Es en ese momento de su vida cuando ciert...
Si comentan me harían muy feliz. Ya saben que me motiva leerlos. ❤️
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“Un buen vino no tiene que ser exquisito al primer trago”
⠀⠀⠀Su abogada le había transmitido que su socio de negocios propuso un desfile de moda, a través del cual podrían escoger a los primeros modelos tras la fusión de ambas empresas.
⠀⠀⠀Y por lo que podía ver, había conseguido llamar la atención de la prensa italiana. No obstante, el inconveniente estaba en que dicho socio llegaba tarde, y él era quien poseía la experiencia requerida en ese campo para hacer que todo funcionara de forma eficiente.
⠀⠀⠀Debido a esto, la organización del evento era un desastre.
⠀⠀⠀El alfa se tocó las sienes, girando su cuello de lado a lado en un pobre intento de mitigar el estrés. En aquel momento de crisis mental, carecía de capacidad para manejar la situación en la que se encontraba, lo que había terminado por aterrarlo. No le gustaba sentirse fuera de su zona de confort.
⠀⠀⠀Soltó un quejido disgustado, y cuando sintió que era demasiado buscó su refugio en el alcohol. El largo y avivador trago de vino tuvo un efecto relajante en él, aunque duró poco. Entonces su teléfono sonó, y hubiera pasado inadvertido de no ser porque también vibró en sus pantalones.
⠀⠀⠀—¿Hola? —contestó sin molestarse en mirar el identificador de llamadas.
⠀⠀⠀—YoonGi. —Era la voz de ChaeYoung, su esposa.
⠀⠀⠀La tensión se drenó de sus hombros y él suspiró.
⠀⠀⠀—Hola, mi vida —respondió con cansancio, demasiado frustrado como para actuar feliz.
⠀⠀⠀Solo que lo estaba.
⠀⠀⠀La presencia de la mujer, aunque fuera mínima, era un consuelo y un alivio para él; el lobo en su interior movió la cola, entusiasmado, porque era inusual que su compañera lo llamara. La había echado de menos.
⠀⠀⠀Porque aunque su matrimonio no se podía describir como vivaz o feliz, no cambiaba el hecho de que la amaba a ella y a su familia. El no verlos se estaba convirtiendo en un prolongado martirio, que se sumaba a las razones de su irascibilidad.
⠀⠀⠀—¿Por qué no hay dinero en la tarjeta?
⠀⠀⠀ Aquella pregunta le drenó cualquier emoción de dicha que pudiera haber despertado. Las orejas de su lobo se cayeron mientras exhalaba un gemido lastimero, deprimido por la falta de interés ajena.
⠀⠀⠀«Claro». Pensó miserablemente. Era obvio que su esposa no es estaría interesada en él.
⠀⠀⠀—¿Para eso me llamabas? —inquirió decepcionado.
