Dientes en mi cintura (me deshago).

Capítulo 1 : desafío

Al haber cultivado una habilidad de ligereza bastante impresionante, Wei Wuxian no suele estar en la situación de ser atrapado con las manos en la masa. Las pocas reglas que rompe en el Muelle del Loto son ignoradas por quienes lo conocen desde la infancia; están demasiado aburridos de él como para molestarse en perseguirlo sin una buena razón.

Como el licor fluye libremente en los muelles de Muelle de Loto, es imposible que Wei Wuxian pudiera prever el rostro rígido e igual al jade de la persona que reflejaba la luz de la luna hacia él cuando coloca su tobillo en la pared.

"Detente".

Más por sorpresa que por otra cosa, Wei Wuxian se detiene. Se sienta a amos lados de la pared, y los frascos que lleva en la mano chocan alegremente mientas se asoma.

Para alguien que está tan lejano, su intención de matar irradia con bastante fuerza. Wei Wuxian sonríe.

Antes de que pueda decidir entre la llegada de frases vigorosas que pasan por su mente, el chico da un paso adelante. La luz cambia, reflejándose en sus pálidos ojos cuando se encuentran con los de Wei Wuxian, y una sensación le recorre la columna vertebral.

Wei Wuxian se da cuenta de que es muy bonito.

"Retira tu pie del límite".

Molesto, agrega con el ceño fruncido. Tal vez sería más bonito si no siguiera con una expresión tan rígida.

¡La alegría es una de las mayores habilidades de Wei Wuxian! Aunque son abundantes y la lista es larga.

"¿Cómo podría hacerlo?" pregunta, sabiendo muy bien cómo podría hacerse. "Ya estoy dentro, no tiene sentido que salga. Además, ¡tengo que estar aquí!"

Por un momento, cree que ha ganado sin embargo la intención de matar aumenta, pero Wei Wuxian inspira la intención de matar a tanta gente, ¿cómo puede molestarse por este o aquel, día tras día? Eso es sólo una preocupación de la gente triste o aburrida.

Se prepara para acercar la otra pierna y bajar de un salto cuando el chico salta a su encuentro.

"¡Tu habilidad de ligereza es bastante buena!" exclama Wei Wuxian, ansioso ante la idea de que alguien pueda demostrar que es igual a él en este lugar.

Este discípulo de Lan se posa silenciosamente frente a él, con las cejas fruncidas en lo que podría leerse como frustración -la primera emoción adecuada que Wei Wuxian ha visto en su rostro-. Primero mira a Wei Wuxian y luego a los frascos que tiene en la mano, que aún giran un poco por los movimientos de su cuerpo.

"¿Qué has traído?"

De cerca, su voz es más profunda y suave, a pesar del tono áspero y el aura feroz. Wei Wuxian es repentinamente muy consciente de que sus piernas siguen abiertas a ambos lados de la pared, y de que este chico está de pie entre ellas.

Se pone en pie de un salto; no hace que desaparezca la situación de fusión y torsión cerca de su dantian inferior, pero es casi tan alto como este discípulo, por lo que siente que ha ganado algo.

Wei Wuxian levanta los frascos, escuchando su alegre tintineo, y tiene una idea brillante, Sonríe.

"¿No lo reconoces?"

El chico lo fulmina con la mirada, lo que tomará como un no.

"¡Sonrisa del Emperador! Dicen que es más suave que cualquier otra cosa que pruebes. No puedo creer que seas de Gusu y nunca lo hayas probado!" Wei Wuxian mueve las jarras, adelantándose un poco, acercándose a este discípulo de espalda recta sin otra razón que la de ver si se retuerce.

No lo hace. Wei Wuxian tendrá que esforzarse más.

"Sabes", continúa, sin dejar espacio para las interrupciones, "podría estar dispuesto a compartir un poco. ¿Qué tal si me dejas ir y dices que nunca me viste? Te daré uno de estos a cambio".