The Altar [ScarletVision AU]

V

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Los grillos cantaban esa fría noche, un hombre de cabello negro y ojos azules miraba la luna, estaba sentado en el pórtico de su casa de verano.

Pensaba en muchas cosas esa noche, su esposa y el habían discutido unos días antes, para intentar calmarse, ella decidió ir a visitar a sus padres en la ciudad.

Unos pasitos se escucharon de pronto, el giro la mirada sólo para encontrarse con su hijo, quien estaba "Escondido" detrás de la pared.

• ¿Hijo?.• Pregunto mientras se giraba mejor para verlo con el ceño fruncido.• Ya es muy tarde, deberías estar durmiendo.

El niño salió de su escondite de a poco mientras cargaba su peluche, un lobo blanco, pronto el niño bajó la mirada mientras intentaba buscar una respuesta a la acusación de su padre.

• Es que... Tenía sed.• La vocecilla del niño causaba extrema ternura ante cualquiera que lo escuchara, después de todo el tenía casi los cuatro años.

Su padre suspiro pesadamente, suaviso la mirada mientras lo veía y le hacía una seña con la mano para que se sentará a su lado.

• Ven aquí.• Le dijo.

El niño se acercó a paso lento a donde su padre, se sentó a su lado mientras movía nerviosamente sus pies.

Su padre siguió observando la luna, así que él lo imitó.

No era tan divertido... ¿Por qué a papá le gustaba ver la luna? ¿Por qué el y Mamá discutían? ¿En qué estaba pensando papá? Muchas preguntas se le vinieron a la mente en poco tiempo.

• ¿Voy a tener una nueva mamá?.• Le pregunto mientras lo veía.

Aquel hombre abrió los ojos como platos y luego miró a su hijo confundido.

• No ¿Por qué dices eso?.• Le preguntó asombrado.

• Es que... Es que tu y mamá discuten aveces... Y ella se fue.• Le contestó.• ¿Ella ya no nos quiere?.

Era increíble como un niño podía formular teorías con tan sólo ver unas simples piezas.

Aquel pequeño creía que su madre los había dejado a él y a su padre.

Su padre río de forma divertida mientras negaba.

• No Víctor, ella no nos abandono.• Le contestó mientras le revoloteba el cabello.• Ella fue a ver a tus abuelos.

El pequeño seguía sin entender.

• ¿Y por qué no me llevó?.• Le preguntó mientras inclinaba la cabeza a un lado.

• Por qué el propósito de tus vacaciones es que nos alejemos de la ciudad durante el verano.• Le contestó.• La ciudad es demasiado... Abrumadora y peligrosa para un niño como tu.

• Papá ¡Vivimos en la ciudad! Y yo puedo defenderme.

• Lo sé, lo sé.• Siguió su padre.• Pero aveces... Es mejor prevenir que lamentar.

El niño se quedó callado un momento.

• ¿Tu quieres a mamá?.• Le preguntó.

• Por supuesto que si.• Le contestó con mucha seguridad.• Tu madre es el amor de mi vida.

• ¿Qué es... El amor de tu vida?.

• Bueno... El amor de tu vida es, esa persona que te hace sentir seguro y feliz, alguien a quien deseas proteger aunque sepas que se puede defender por su propia cuenta.• Siguió.• Alguien que siempre estará para ti y contigo en los momentos buenos y malos.