1.- Pain

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– ¡Mas fuerte! – gritaba enojado aquel hombre que decía ser mi padre.

– Ya no... No puedo mas, por favor ya... – suplicaba mientras veía la sangre correr por mis nudillos.
Mis brazos, mis manos, simplemente ya no podía soltar más golpes, llevaba ya casi 8 horas desde que comenzamos.

– Si tan solo fueras hombre, si tan solo fueras Nishiro – dijo viéndome con desagrado.

– Lo sé, lo sé... Es una lástima que sea mujer, en serio lo lamento tanto... – respondí sin sentimiento alguno, ya estaba acostumbrada a ser comparada con mi hermano mayor.

– Me importa una mierda lo que sientas, ahora sigue con el entrenamiento – soltó serio, pero en su mirar se notaba su hostilidad hacia mí.

– Está bien...


°°°

– Estoy tan... Estoy tan cansada Nishiro ¿Por qué... por qué tenías que irte? – sozollaba yo en aquel puente donde mi hermano había muerto, mientras me colocaba el vendaje. – Yo ya no quiero, Nishiro, ya no soporto a papá, él insiste en que sea como tú, pero yo... Yo soy muy débil...

– ¡Hola!

– ¿Hola? – voltee hacia dónde provenía esa voz, así dándome cuenta que a metro y medio detrás mío había dos chicos mirándome, uno sonriendo y el otro serio.
Rápidamente eleve ambos puños, el izquierdo hasta la altura de mi pecho, mientras que el derecho hasta mi mentón, así tomando una posición de ataque.
– ¿Qué necesitan? – dije amablemente pero con la mirada seria.
Tal vez estaba exagerando, es solo que ellos traían puesto un uniforme de pandilleros, no me daban mala vibra como tal, pero mejor prevenir que lamentar.

– Tranquila niña – está vez habló el más alto con el ceño fruncido.

– Ken-chin, tu cara da miedo, cómo quieres que se tranquilice – rio el más bajo.

– Mikey, ya te he dicho que no me llames así frente a otros –.

Sin embargo, no sé si fue por la risa del más bajo, o si fue por la cara que puso el de la cabeza rapada o simplemente por reflejo, pero baje los puños, tal vez no eran malos chicos.

– Ustedes... – susurre casi con temor a ser escuchada.

– Oh disculpa si te asusto este totem, no era su intención – volvió a reír este chico.

– Mikey – gruñó "enojado" el antes mencionado.

– ¿Totem? - está vez fui yo quien soltó una casi inaudible risilla, pero inmediatamente volví a expresión seria.

– Mira Ken-chin, la hicimos reír – decía mientras comenzaba a hacercarse hasta mi.

– Ah... – resoplo el alto llevándo su mano hasta su cien y masajearla – Sí Mikey, ahora vámonos, los chicos nos están esperando.

– Oh es verdad, aunque ellos pueden esperar un poco más. Por cierto ¿Necesitas ayuda con eso? – señaló mi mano derecha. Entonces fue ahí cuando note que aún no había terminado de vendarla y se podía ver claramente cuán lástimada se encontraba.

– ¿Eh? No, no gracias, esta bien; no te preocupes – escondí mi mano tras mi espalda e intente sonreír.

– Okay...

– Ya vámonos Mikey

– Está bien Ken-chin, pero antes ¿Cómo te llamás?, yo soy Manjiro Sano y el grandulon es Ken-chin

– Ken Ryuguji

– Ohh bueno, yo, yo soy T/n Bykova

– Wooaa acaso tu...

– No, ah más o menos, el apellido es por mi padre – conteste antes de siquiera escuchar los demás, pues ya sabía que seguía, siempre lo preguntan.

– Ohhh, bueno T/n, es hora de que Ken-chin y yo nos vayamos – dijo Mikey con una sonrisa.

– Adiós T/n, y cura esa mano.

– Oh sí, lo siento, gracias.

– ¡Mikey-kun, Draken-kun! – grito un chico a lejos mientras agitada ambos brazos.

– Hasta pronto T/n – dijo Mikey antes de comenzar a caminar hacía donde estaba el chico que les grito.

– Sí, adiós. – me despedí igualmente – Vaya, hoy si que he socializado de más, Nishiro, al parecer mi tarde se vio mejorada gracias a estos dos chicos – dije mirando al cielo con una media sonrisa en el rostro.

°°°

– Mikey-kun ¿Quién era esa chica? – preguntó el ojiazul

– No lo sé, pero ella parecía estar triste ¿Verdad Ken-chin?

– Sí... – respondío un pensativo Draken, pues él tenía la sensación de haberla visto en algún otro lado o más bien, a lado de ese alguien.

✨𝑻𝒐𝒅𝒐 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒚𝒐 𝒒𝒖𝒆𝒓í𝒂✨ [𝑴𝒊𝒌𝒆𝒚 𝑿 ___] ✨𝑻𝑹✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora