I been close enough to touch But I never cared for love

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Hola querido lector, hace días que no venía a escribirte, no me he sentido muy bien ¿Sabes?. Tanto física como mentalmente he estado un poco agotado. He tenido de esos días en los cuales no tienes ganas ni de levantarte de la cama y solo quieres existir en el fondo de tu desordenada habitación.

Aunque probablemente para ti solo tardaste unos segundos en dar vuelta a la página. Pero para mí fueron casi 2 semanas en las cuales no escribí mucho y lamento eso, pero aquí estoy de nuevo.

Tu Louis te prometió contarte toda la historia y aunque sea difícil o duro lo haré, te contaré cada detallé. Y perdona si tardo pero soy como tú, también tengo problemas y cosas que arreglar (no es una excusa pero a la vez si).

Bueno mi queridísimo lector, hoy iniciaremos viajando más atrás de dónde nos quedamos. Iremos a unos años atrás (cuándo aún vivía con mis padres).

Así que ¿Iniciamos?

1987
Doncaster.

Los chicos corrían por todas partes, niñas y niños jugaban y brincaban por todas las esquinas, solo se escuchan las risas de los menores y los murmullos de otros tantos. En una de las esquinas del pequeño parque en una pequeña banca blanca de madera (bastante desgastada por cierto) se encontraba un chico de baja estatura sentado cruzado de piernas, sosteniendo una pequeña libreta con una mano y con la otra jugueteaba con un lápiz.

Observaba a los demás chicos, observaba los pasos que daban, como se movían, como hablaban, como vestían, cada detalle lo observaba.

Un grupo de chicos jugaban enfrente de él, por lo poco que alcanzó a escuchar al parecer jugaban a atraparse entre sí, todos corrían y uno de ellos tenía que tocar a otro para que ahora él atrapará al resto, parecían divertirse, el chico de ojos azules que se encontraba sentado en la vieja banca comenzó a trazar líneas y figuras para crear un boceto de uno de los chicos que jugaba, rápidamente pudo lograr plasmar el rostro del chico que tanto le llamo la atención.

Un chico alto de cabello lacio, rubio, ojos azules como los suyos, piel blanca y brillante, voz dulce y suave, delgado pero no llegando a extremos. Parecía un angelito, o al menos el chico pensó que así se mirarían los ángeles.

Cuando el juego de ese grupo de amigos llegó a su fin (cuando todos fueron atrapados) el grupo de amigos se esparció dejando solo al chico rubio. Louis lo observaba sin darse cuenta del tiempo que llevaba posando sus ojos en él, pero el otro chico sí pareció notarlo y se acerco rápidamente a la banca donde Louis se encontraba, Louis aparto la mirada y se hizo a un lado para dejar que el otro chico tomara asiento, parecía estar cansado pues se dejo caer en la banca haciendo que está diera un pequeño brinco.

-Si quieres jugar solo dilo, no tienes por que verme así.-Habló el chico mirando al cielo.

-No quiero jugar.-Contestó mientras seguía dibujando, no se percató de que el chico curioso se acerco para ver lo que hacia.

-¿Ese soy yo?.-Preguntó con los ojos muy abiertos.

-No, no. Es un personaje, no eres tú, no tendría porque dibujarte, claro que no eres tú.-El chico se acerco más y frunció el ceño.

-Claro que soy yo, mira.-Apunto con un dedito al dibujo.-Tenemos la misma ropa, el cabello y nuestros ojos son iguales. Te quedo genial.-Louis sintió como sus mejillas le ardían, pues nadie más alagaba sus dibujos a excepción de su madre.-Somos como gemelos separados al nacer, está increíble, ¿Lo acabas de hacer? ¿Por eso me mirabas? ¡ay no! que tonto, y yo pensando que querías jugar ¿Pero por que yo? ¿Por que no alguno de los demás?

Only The BraveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora