Ella no tenía nada de especial. Sí, así como lo lees, nada de especial. No era la chica más popular, pero no era una inadaptada social como en las novelas de adolescentes de ahora. Si la vieran en la calle, probablemente algunos en la calle se darían el tiempo de mirarla, no lo niego, pero a los 10 minutos de haberla visto, su cara se iría de tus recuerdos. Así como con cualquier persona normal. Y así había vivido su vida. Siendo sólo Belén.
Despertó sintiendose aturdida y con dolor de cabeza. La luz del sol pasando entre las cortinas no era tan molesto como los gritos en el primer piso. -otra vez- Pensó. Sus padres llevaban hablando (casi siempre pasando a los gritos) el tema del divorcio hace 2 meses. Era sabado, 9:30 AM, y ya podían escucharse los gritos desesperados de su madre en la cocina. -¿POR QUÉ NO TE VAS DE UNA BUENA VEZ? LLEVAS DICIENDO QUE LO HARÁS HACE UN MES, MIRA CÓMO ESTAN LOS NIÑOS, SIEMPRE PONIENDO EXCUSAS, ¿ACÁSO NO ERES...- y así transcurría la mañana.
Estaba acostumbrada a esas cosas, los gritos y peleas habían estado presentes en su vida desde su gestación, pero esa mañana, todo había cambiado. Su padre cerró la puerta de golpe y se fue de la casa, y así comenzó el día.
En pijama hasta las 3 de la tarde, desaliñada y con un poco de malhumor, se conectó a sus redes sociales, pensando en lo chistoso que era que en su foto de perfil saliera arreglada, y en la vida real, no tuviera nada arreglado. Pero bueno, era sabado en la tarde, y como generalemente hacía todos los sábados, no hizo nada y solo espero la noche para irse a dormir, excepto claro, por el hecho de que su padre había abandonado la casa temprano, no sabía si volvería, y claro, no sabía bien si era bueno o malo. Solo sabía que prefería estar con su celular que estar abajo viendo a su madre lavar platos y decirle lo dificil que era vivir con un hombre como él.
Pero nuevamente, las cosas cambiaron. un mensaje de un desconocido no tan desconocido hizo vibrar su celular, haciendo que se preguntara por qué no tenía un celular menos ruidoso, y también, que necesitaba aquel chico.
-¿Te gustaría salir hoy? nada especial, solo caminar y eso, avisame
Diego. No era un desconocido total. se habían posteado un par de veces, y ella había pensado que era un chico algo extraño, pero bueno, decidio no pensar mucho en ello, porque solía equivocarse siempre. -al menos es guapo- Pensó. pero de inmediato se convenció que tampoco debería pensar en esas cosas, despues de todo, no lo conocía en persona. Miró su celular y le respondió al menos 15 veces, sin pulsar la tecla enviar. -Pensará que estoy loca- Dijo en voz alta. y respondió por fin.
-¿Donde nos encontramos? :)- cigarrito.
Curiosamente, ninguno de ellos ocupaba su nombre real en las redes sociales. Curiosamente, ambos hacían alusión a cigarrillos. Curiosamente, ella aceptó salir, cuando jamás aceptaría salir con un extraño.
Intentó vestirse rapido para llegar puntual, pero como era de esperarse, llegó 1 hora más tarde. agradecía al destino que pudiera hablar con el por celular para avisar el retraso, y se preguntaba como lo habrían hecho sus papás para comicarse en los retrasos. luego la imagen de su padre saliendo por la puerta del frente se le vino a la mente y prefirió concentrarse en el chico al que iba a conocer. Trataba de no parecer preocupada, pero jamás había hecho algo así. Era una de esas chicas que prefería poner una buena excusa y no salir, que arreglarse e ir. Pero supongo no podemos juzgarla, al fin y al cabo, si no se hubiera atrevido a salir, no tendríamos historia que contar.
Cuando por fin llegó, estaba hecha un manojo de nervios. no había otra manera de verlo, había llegado 1 hora tarde, había corrido y temía no poder reconocerlo. El metro estaba considerablemente lleno (Era sabado en la tarde, casi noche, parecia ser la única extraterrestre que quería quedarse en casa.) y trataba de reconocer su cara en el mar de personas. Pensaba que medir 1.60 no era tan terrible, hasta enfrentarse al mar de personas. Siempre le sucedía, no podía respirar bien, y prefería lanzarse a la linea que seguir ahí aplastada por gigantes. Hasta que lo vió.
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estúpidamente nuestros
Casuale"Somos enamorados de siglos pasados, de esas historias donde la madrastra malvada, el dragón en la torre o las familias en contra de un amor adolescente jamás podrán evitar que se amen . Pero estamos en el siglo XXI, donde es más fácil reemplazar, q...