- Bueno, Jeongin al final se quedó con nosotros... Sus padres siguen fuera. Me apoyo mucho en él, pero te echo de menos.- Por suerte tenía a nuestros padres y a su mejor amigo con él, podía quedarme más tranquilo. Donde vivíamos no habían llegado las grandes revueltas sino pequeñas manifestaciones que eran violentamente reprimidas.
- Y yo a ti, Lix.- cerré los ojos, llevaba tanto tiempo sin tenerle delante que solo podía formar una imagen translúcida, difuminada.
- Dicen que los rebeldes se están resistiendo. Eso os atrasará la llegada, ¿no?- Volví a recordar que las placas metálicas que colgaban sobre mi pecho tenían un significado mucho más profundo que el de un simple accesorio. No debía estar ahí.
- Felix, escúchame.- suspiré.- Estoy con los rebeldes y, antes de que digas nada, estoy por voluntad propia.- se quedó sin palabras así que aproveché para continuar.- Uno de ellos me ayudó y empezamos a corresponder cartas que escondíamos por la ciudad. Al principio no sabía que era del otro bando, en serio.- entonces fue a replicar, le corté.- Lo que importa es que me salvó la vida meses después. Si no fuera por ellos ahora mismo no te estaría llamando.
- ¿Por qué te salvaría la vida si sois de bandos contrarios?- mi familia apoyaba al gobierno así que no me sorprendió su reacción. Confiaba en que él me conocía perfectamente y sabría que, si me quedé con ellos, fue por una buena razón.
- Porque entiende la locura que estamos viviendo y cómo somos peones del gobierno, no máquinas de matar con las que no se puede razonar.- esta vez el suspiro se convirtió en un resoplo.- Juro que me han ayudado mucho y me han dado un hogar aquí.
- Supongo que mientras estés bien no lo tengo que tener en cuenta. Solo quiero que no te mueras y vuelvas a casa.- noté cómo se le rompía la voz.- Eso es todo lo que quiero.
- Te prometo que estoy mejor...Venga, cuéntame algo que has hecho hoy con Jeongin.- cambié de tema para evitar más discusión o incomodidad.
Estuvimos hablando un buen rato hasta que vi entrar a Bam Bam al edificio. No iba a arriesgarme a gastar toda la batería por si alguno de los de la habitación quería utilizarlo. Me quedé con él, explicándole lo que había ocurrido con Hyunjin. Era uno de los mejores francotiradores que conocíamos en persona. Christopher y él trabajaban juntos desde el comienzo de la guerra, por lo que ya era un conocido para ellos. Yo le vi por primera vez cuando su zona estaba en peligro y vino a quedarse en el piso una temporada. Bam Bam era un mote que le pusimos porque su nombre era demasiado complejo para nosotros al ser tailandés. Nos hicimos buenos amigos, una ventaja al entrar en batalla como habíamos podido comprobar antes.
Esa noche volvimos al piso con Hyunjin estable. Minho le inmovilizó el brazo con un cabestrillo que tendría que llevar un tiempo mientras la herida se cerraba. Para celebrar que ninguno había muerto y animarle, Chris propuso llevarnos al bar de un amigo. No sabía que aún quedaran abiertos. Supuse que estarían cerrados al público general y escondidos donde solo los rebeldes conocieran la ubicación. Lo que no esperaba era ver lo peculiar que resultó ser el establecimiento.
- Bienvenidos al bar de Jackson Wang.- Se abrió una puerta reforzada ante nosotros que se cerró igual de rápido cuando pasó el último.
Un bar más bien antiguo, redecorado para dar una imagen más acogedora. Constaba de varias mesas por este y una gran barra a un lado. En la pared de la izquierda lucía una bandera con los colores del arcoíris. Un chico joven nos recibió tomando los pedidos.
¿Cómo podían saber de algo así Christopher y Minho sin ser como nosotros? Esa pregunta me hacía replantearme muchas cosas, aún así, no impidió que una sonrisa se dibujara en mis labios. Pronto nos trajeron lo que pedimos. Christopher conversaba con el dueño abiertamente, el joven camarero les explicaba anécdotas a Hyunjin y Minho, Bam Bam escribía sumergido en sus historias y yo...Yo era muy feliz. Dentro de la guerra, ese bar fue un rayo de luz en la oscuridad. Fue donde pasamos las mejores tardes de mi vida.
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『Cᴀʀᴛᴀs ᴀʟ ᴇɴᴇᴍɪɢᴏ☼』| Changjin
Fiksi Penggemar☼En un mundo donde Corea del Sur se encuentra en el comienzo de una guerra civil después de las nuevas elecciones, un soldado sobrevive entre la lucha con un pequeño secreto. Changbin, después de entrar en el servicio militar a sus veinte años, es s...