Shinobu se encontraba acorralada contra el respaldo de la cama, mientras era besada con tanta intensidad por parte de su esposo Giyu. Disfrutaba lo desesperado que se sentía en volverla a tocar, después de un dos días que ella hizo guardia en su hospital. Sus besos bajaron a su cuello, dando ligeras mordidas e iban haciendo su camino de besos hasta sus pechos por encima de su ropa.
-Fu Fu~ ¿Quién eres y que le hicistes a mi tímido Giyuu-san? - Su tono tenía una pizca de diversión.
-... -
Siguió con su trabajo subiendo su camisón recorriendo sus muslos y haciendo ligeras caricias en la curva de su cintura. Shinobu soltó una pequeña risa pero, no se iba a quedar atrás.
Desabrochaba cada botón de su camisa de dormir besando su pecho y acariciando su bien trabajado abdomen hasta quitar la camisa por completó. Ella levantó sus brazos para que él quitará su camisón dejándola solo en bragas.
Él apreciaba el cuerpo de su esposa, a pesar de las estrías, él la amaba más allá de un cuerpo perfecto. Metió un pezón a su boca chupando, mordiendo y lamiendo hasta ponerlo erecto; los gemidos de ella eran audibles, tenían que guardar silencio por sus hijas.
-Giyuu... Harás que despierte a nuestras mariposas- de vez en cuando desordenaba más el cabello de él. Vió como levantó su visita encontrándose esos ojos azules como la noche con los ojos púrpuras de ella.
-Te extrañe... -Era demasiado tierno hasta para ella.
-Vaya, vaya Giyuu-san. Eres una caja de sorpesas- Atrapó sus labios haciendo el beso muy tierno pero con la pizca de pasión que necesitaban.
No se dió cuenta en que momento él ya estába posicionándose para entrar en ella, el único impedimento eran las bragas de ella. Las deslizó para arrojarlas y acariciar con la punta su entrada, lubricando un poco para poder llenarla por completo; llegó él momento entró lentamente, adoraba unirse a ella.
Estaba hecho a su medida, sus paredes vaginales eran demasiado estrechas. Comenzó lento sosteniendola por las nalgas para empezar su vaivén lento y profundo, no era de decir mucho su amor o cuánto la amaba, pero en la intimidad podía trasmitirle su amor incondicional que le tenía desde que se conocieron.
-Amor... -Arañaba su espalda, éso le excitaba a él cuando subía la velocidad de sus estocadas, acariciaba sus nalgas hasta buscar su clítoris- ¡Tomioka-san!
-Shhh... - Esta vez los papeles se habían invertido, tenía su dedo índice en los labios de ella- Te amo Shinobu.
Él cambio la posición invitándola a sentarse en él, abrazaba su cintura mientras recibía los tiernos pero apasionados besos de ella. Se movía en circulos dándole placer a él y acariciar su hinchado clítoris.
Ella amaba a su esposo desde que lo conoció, quién diría que mudarse al mismo edificio en la Universidad traería sus ventajas, de primero lo molestaba porque no hablaba mucho o no se relacionaba con los demás de su clase.
-Tomioka-san, por éso nadie te quiere.
-A mi nadie me odia Kocho- La miraba con esa mirada sería típica en él.
-Perdona por ser la persona que te informé ésto.
Sin más él azabache regresó a su departamento, había aceptado en ir a cenar a su casa, pero fue mala idea. Se estaba distanciando de ella nuevamente pero, no lo iba a permitir la chica mariposa. Ella insistía en entrar a su corazón hasta que sin darse cuenta lo hizó.
-Me gustas Giyuu-san.
No podía procesar cada palabra que ella decía, enserio había alguién que podía amarlo siendo como es. Si corazón se detuvo al sentir los labios de ella sobre los de él, no hizo ningún movimiento hasta que después de un tiempo, le correspondió con el mismo cariño que sintió hace tiempo.
Su noviazgo era raro, pero tierno a la vez.
-Giyuu... -Su orgasmo llegó y sintió como era llenada por él, apretaba sus nalgas son mucha fuerza dejando marcas rojas en ellas.
Esperaron un momento hasta que pudiera moverse. Ella se aferrada a abrazarlo y él también, el sueño les estába ganando pero Tomioka acariciaba los cabellos alborotados de ella a causa de la acción terminada, tapó su cuerpo desnudo por el frío del aire acondicionado.
Shinobu disfrutaba de ese cariño silencioso que podía darle él, aunque como hace años le gustaba molestarlo.
-Descansa cariño.
-Descansa.
Ella le dió la espalda para poder dormir viendo a la ventana, él pasó sus manos por su cintura abrazandola contra él. Adoraba su compañia pero cuando tenían que alejarse por trabajo, era una tortura en carne propia. Después de todo el trabajo, siempre había... Una noche para dos.
𝔽𝕚𝕟.
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Alguién me dijo que debía escribirlo y aquí está 🥴♥
Espero les guste, este shipp aunque no sea canon se me hace el más bonito 😌😍
Y qué, ¿Merezco review?