Capítulo 651
Huo Ci frunció el ceño. ¿Por qué le buscaba el Viejo Maestro tan tarde? Cuando se levantó, echó un vistazo a Ling Sheng, que estaba en la cama. ¿Esa mocosa estaba ansiosa ahora? ¿Por qué no había pensado en las consecuencias cuando había escondido al Tercer Maestro Jun?
¡Humph!
Hoy la dejaré libre. ¡Considera esto como una lección!
Ling Sheng observó a su padre dar pasos ligeros y rápidos mientras tarareaba una melodía. Cuando llegó a la puerta, se volvió y le sonrió. "Volveré pronto. Xiaoqi, cuida bien de tu madre".
Xiaoqi asintió enérgicamente. "Xiaoqi lo sabe. No te preocupes, abuelo. Deja a mamá en mis manos".
En el momento en que Huo Ci salió, Ling Sheng se levantó de un salto. Sin embargo, acababa de cerrar la puerta cuando volvió a empujarla para abrirla. Se sintió morir, así que se tumbó de golpe.
"¿Qué ocurre?"
Ling Sheng sacudió la cabeza. "Está bien, padre. Vete rápido. No hagas esperar al Viejo Maestro".
Esta vez, fue más inteligente. Al oír el sonido de los pasos que se alejaban, saltó de la cama apresuradamente para mirar a Jun Shiyan. Lo había metido allí sin siquiera mirar debajo de la cama.
Afortunadamente, la habitación de invitados de la Familia Su se limpiaba todos los días. La parte inferior de la cama también estaba limpia, y no había polvo ni telas de araña.
Jun Shiyan se tumbó en la cama y disfrutó del ligero y suave masaje de la joven. Sus labios se curvaron ligeramente. Se sentiría muy feliz si se repitiera la misma situación.
Ling Sheng se sintió extremadamente culpable. Sabía que su padre se había quedado deliberadamente para meterse con el Tercer Maestro. Era demasiado malvado. Le dolía el corazón mientras miraba al hombre. "Tercer Maestro, ¿se siente mejor?"
"Sí", respondió Jun Shiyan en voz baja. Arrastró la palabra con pereza e inclinó la cabeza para mirar a la joven que fruncía el ceño. Con voz suave, dijo: "Estoy bien. Estaría bien aunque tuviera que esconderme hasta el amanecer".
Basado en el temperamento de Huo Ci, en el pasado, definitivamente lo habría arrastrado y habría llamado a alguien para que lo golpeara. No habría desahogado sus malas intenciones y se habría metido deliberadamente con él como lo había hecho ahora.
¿Podía ver que había dado un paso adelante en su persecución de Sheng Sheng? Huo Ci ya no estaba tan en contra de que estuviera con Sheng Sheng.
Jun Shiyan sintió que su comprensión de Huo Ci aún era escasa. Salió de la habitación de Sheng Sheng y caminó hacia el aparcamiento. Había tropezado con trampas innumerables veces. Las trampas figurativas eran como los hilos de pescar: finos y casi invisibles.
Huo Ci y Su Heng se sentaron frente al ordenador y observaron las imágenes de vigilancia sin pestañear. Observaron cómo Jun Shiyan tropezaba unas cuantas veces por el camino, pero ni una sola vez cayó. Estaban tan enfadados que empezaron a regañarle.
Su Yan se acercó con una taza de café humeante pero no pudo soportar mirar a los dos hombres. Sus cejas se fruncieron ligeramente. "Hermano, ¿no están siendo infantiles los dos? Si tenían tiempo, ¿por qué no le dieron una paliza cuando estaba debajo de la cama?".
En lugar de eso, habían tendido una trampa. En serio, ¿por qué eran tan infantiles como los niños? No podía soportar reprenderlos.
"¿Qué saben ustedes?" Su Heng estaba extremadamente enfadada. Había dicho que Su Jing y los demás no habían completado la misión correctamente, ya que habían fallado en el trazado de la línea. Esa escoria de Jun Shiyan no había tropezado. "Un caballero usa su boca, no sus puños. ¿Los hombres de la Familia Su golpean a la gente sin razón?"
