CAPITULO III: Luna

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13 de Mayo, 2018
2:20

Sonó la campana, indicaba que los estudiantes debían de regresar a sus aulas. Poco a poco se vacían los pasillos y sólo queda un pequeño grupo de personas

- ¿Entonces quieres ir al baile conmigo?- la había seguido desde la clase de química

- Johny, te he dicho que no varias veces, deja de seguirme y punto- cerró su casillero con fuerza y empezó a dirigirse a su próxima clase

- Por favor- la comenzó a seguir

- Oye chico, desde cuando un NO es " Sigueme insistiendo"- dijo un castaño que al parecer estaba con aquella chica

- No te metas en lo que no te incumbe imbécil- lo arrebaso

- Déjame de molestar y Mateo, no te metas por favor- por que siempre se tiene que meter, me puedo defender sola

Se metió a su aula y le cerró la puerta en la cara a los dos, ya no los soportaba y era claro que estaba harta de ellos, uno insistiendo siempre con lo mismo y el otro metiéndose en asuntos que no le corresponden, también de los cuales se podía ocupar ella sola.

Prosiguieron las clases normales, cuando empezaron a correr personas hacia la cafetería y en cierto caso dirían que es normal por las peleas que ocurren ahí pero esta vez no era el caso.

- Buenas tardes profesor, lo interrumpo un momento- entró el secretario agitado

- Chicos prosigan con el resumen, en un momento regreso- salió junto con el secretario y se dirigieron a la cafetería

Después de eso todo paso demasiado rápido, unos hombres con armas habían entrado a la escuela, empezaban a tirar puertas de los salones en busca de algo o alguien. Entraron en el salón de Mateo y sólo veía desde el suelo como se llevaban a un compañero suyo

- Déjame idiota- trataba de zafar el agarre del hombre

- Tu vienes conmigo y quiero que te calles, si no quieres un balazo en la cabeza- lo arrastró hacia el pasillo

Empezaban los tiroteos y aún no se retiraban esos hombres, seguían buscando algo y no lograban encontrarlo hasta que entraron al salón de Johny y de aquella chica, al igual que en el salón de Mateo, se llevaban a un chico pero este no peleaba para que no se lo llevarán sólo seguía las órdenes de aquel hombre.

Policías llegaron y nos hicieron evacuar la escuela, todos temían por su vida y algunos padres se hacían presentes al enterarse del atentado que se había hecho en la escuela, no se sabía quienes habían entrado y a donde se habían llevado a aquellos chicos.

- ¡¿Qué nos van hacer?!, ¡Desatenme!- gritaba un chico desde los asientos de atrás, habían tomando la decisión de atarlo ya que había golpeado a dos de los hombres que lo llevaban.

- Tranquilisate, Diego- le dijo sin siquiera mirarlo, sabía que esto pasaría tarde o temprano por eso no había puesto resistencia cuando lo sacaron del salón- No tienes que gritar, así no puedes arreglar tus problemas

- Como quieres que me tranquilice o no grite, si ni siquiera me responden a lo que les pregunto, o también tal vez lo haria si no me hubieran atado- seguía siendo un testarudo después de todo

- Creo que deberías de hacerle caso a tu hermano Diego, después de todo sabías que esto tarde o temprano pasaría y además, golpeaste a dos de mis hombres- lo miro y sonrió- tú padre se pondrá feliz después de tanto tiempo sin verlos

- Idiota, él no es mi padre desde que mato a mi hermana

- Lo hizo por su bien y tu lo sabes

- Por favor se podrían callar, Carlos, tú y yo tenemos casi la misma edad comportate como lo que eres, un adulto y Diego- lo miro de pies a cabeza, se parecía tanto a su madre pero había algo que siempre lo arruinaba, su comportamiento, era igual al de su padre- Comportate, ya no tienes 13 años.

- Llegamos, bajense del auto

- Carlos desató a Diego y lo primero que hizo fue darle un puñetazo- Eso te pasa por entrar como un psicópata a la escuela

- Diego, hijo mío- dijo un señor, grande y gordo en la entrada de un bar clandestino

- No soy tu hijo, idiota

- Max, que bueno que ya llegaron

- No me llamo Max, soy Robert- se acercó a aquel hombre- ¿Para qué nos quieres ahora?

- Pasen y tomen asiento, es algo delicado

Entraron al bar, se escuchaba la música, mujeres bailando eroticamente, olor a cigarro y cocaína, invadan ese lugar, los llevaron a una oficina y se sentaron al frente del escritorio.

- ¿Cómo han estado?

- No intentes hacerte el buen padre por que no lo eres, ve al punto

- Igual a tu madre, siempre queriendo ser directa y sin darle vueltas al asunto, hablando de ella está tarde me acaban de informar que murió

- No es cierto, ella está en su trabajo como maestra

- Oh, ustedes creen que... - sonrió maliciosamente y empezó a reírse

- ¿De que te ríes idiota?

- Diego, calmate por favor

- Respondiendo a tu pregunta, a la que le llaman "Mamá" es una extraña que decidió cuidarlos, ni siquiera se quien es, tú madre decidió que si se los llevaba aquella mujer estarían a salvo de mi, pero creo que no los escondió muy bien

- Por algo debió de hacer eso, obviamente eres una escoria de persona

- Como puedes decir tranquilamente que nuestra madre murió, o que la mujer a la que siempre hemos visto como una, que siempre ha cuidado de nosotros, no lo es en realidad

- Así como también puedo decir que ustedes van hacerse cargo del negocio

- ¿Qué?, No me vas a obligar

- Duermanlos

- No me toquen, alejen eso de mi- empezó a patear a los guardias y a la doctora, vio como Diego caía al suelo y se lo llevaban arrastrando, después de eso todo se vio en cámara lenta, lo habían logrado sedar pero eso no impidió golpear a la doctora y un guardaespaldas, lo demás fue borroso, no logró salvar a su hermano, al único que le quedaba.

Recordar la luna era lo que lo tranquilizaba en ese momento, recordar las historias de campamento que contaba junto a sus hermanos y a sus amigos, era lo único que le quedaba. Todo se había ido de un momento para otro, perdió a su hermano, sus amigos, su madre, su primer amor y su madre biológica de la cual apenas se había enterado.

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⏰ Última actualización: Jul 29, 2021 ⏰

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