Las veces que estuve con el "Erwin Smith"

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Luego un tiempo de la declaración de Erwin fuimos al registro y la iglesia para poner fecha, decidiendo que en pleno invierno nos casaríamos, es decir dentro de un mes. Durante estos preparativos el comandante siempre priorizo mi parecer, dándome el gusto en todo, el realmente se veía muy feliz por más que tratara de contenerse y yo al verlo, solo ruego poder enamorarme, no niego que no le soy indiferente a sus demostraciones de amor pero él se merece más que un amor "pasional", espero que esto sea el inicio para que él se me incruste en el corazón.

La voz de Smith me sacó de mis pensamientos — ¿Cómo quieres sea nuestra boda?—Acaricio mi mejilla, deleitándome un semblante deslumbrante

—Me parece bien lo que tu decidas, sin embargo preferirá no celebrarla a lo grande por los infortunios de la guerra — Erwin, sonrió tomando mi mano, estando de acuerdo con todas mis sugerencias.

—Quiero peticionarte algo más —Mire con atención ante su exclamación

—Por favor, después de nuestro matrimonio quiero que vivas en mi casa, ahora mismo la están remodelando para que sea del gusto de ambos y una vez que vivas ahí podrás cambiarle lo que quieras y decorar a tu gusto ¿Que dices?

Le asentí en conjunto de una sonrisa para confirmar su pregunta haciendo que este tomara mi mano para besarla

Ante tal mirada creo que no habría persona en el mundo que se le negara y no iba a ser la excepción. Cierta petición me dio un poco de risa debido a que no tendría problema en vivir con Erwin ya que actualmente solo tengo un cuarto en la legión donde de vez en cuando puedo descansar debido a lo ajetreado del día y con respecto a la decoración, en mi casa se encargaban mi madre y mi hermana de eso mientras que yo y mi padre íbamos al bosque a cazar animales, así que no tengo idea de cómo hacer aquello, solo espero no poner la casa del comandante de cabeza y aprender rápido.

Cuando llegamos al cuartel le dimos la noticia de nuestro compromiso a la Legión, siendo interminables las felicitaciones y comentarios "por fin ataste al comandante" "que suerte vas a tener con ese hombre a tu lado" "el secreto está en terminar de enamorar en la luna de miel"... etc. Nunca había escuchado tantas comentarios de halagos, buenos y pervertidos que agotaran mi energía más rápido que una misión, así que cuando tuve la oportunidad escapé de allí y me metí a la oficina de Erwin, entrando el por detrás

—Parece que se entusiasmaron con la noticia —dando una pequeña carcajada —. Incluso Hanji y Mike me sugirieron que no debíamos de estar a solas hasta el día de la boda — mostrando un semblante algo serio mencionando esto.

Esto último me confundió un poco —No tiene sentido, si antes estábamos juntos ¿en qué diferenciara que lo estemos ahora?

Dicho comentario fue revelador para Smith, haciendo que este se acerque hasta mí, dejándome acorralada por la pared, inclinándose hasta mi rostro y decirme en un tono seductor —Hay cosas que mi hermosa recluta aún no se ha dado cuenta — Fue un momento de total tensión, sentí que el calor de mi cuerpo pasaba por el cuello y este a mi cara, la mirada de Erwin era un fuego, diferente a lo que era esta mañana, él se acercaba cada vez más a mí, sus ojos estaban colocados en mis labios mientras que su dedo índice y pulgar habían levantado ligeramente mi barbilla. No puse resistencia, en ese momento estuve deseosa de lo que pasaría, debo de admitir que no me desagradan los besos del comandante, son tiernos, pasionales y tienen buen sabor haciéndome codiciar más y corresponder tal atención así que me dejo llevar disfrutando de tal manera que el tiempo transcurre rápido, al unir mis labios con los de él, siento que puedo amarlo.

Cuando sus labios estaban a punto de tocar los míos llamaron a la puerta, rompiendo el ambiente creado, cobrando compostura nuevamente y dejar pasar quien recurrió el llamado solo para saber que era uno de los reclutas trayendo café como todos las noches y dar informes.