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Ya era tiempo de volver de nuevo a la legión, nuestro tiempo de "luna de miel" estaba terminado, habiéndolo aprovechando para conocernos mejor, para amarnos en cada rincón de la casa, acostumbrándome a su presencia sintiéndome incomoda sin ella, tapando cada grieta de nuestro pasado para desvanecer cualquier secreto entre nosotros y aclarando todas mis dudas con respeto a mi comandante, ahora puedo decir que yo...

— ¡Oye! ¿Te quedaste pensando o estas perdida en el paisaje? — La voz de Erwin despabilo mi mente, concentrándome en su mirada que al parecer estaba hace un rato tratando de encontrarse con la mía. —. ¿Se puede saber que estabas pensando? — Cuando el llevaba su pulgar a su mentón en conjunto con su dedo índice a sus labios y esa tenue sonrisa ladina mientras levantaba ligeramente sus cejas, podía estar segura que él ya sabía lo que estaba pensando como si me leyera la mente, aun así no le iba decir que durante todo el camino recordé nuestros días juntos a partir de aquella vez en la bañera en la cual al día siguiente me desperté a la tarde, aceptando la ayuda de Smith para levantarme y bañarme porque después de esa noche ajetreada venia el arrepentimiento junto al dolor inmovilízante, reponiéndome al siguiente día y sin aprender la lección volver a caer ante mi comandante.

—Estoy pensando a que grado de inseguridad hemos llegado que tenemos que ir en carruaje y no en caballo al cuartel, de no ser así ya habríamos llegado — Le conteste solemnemente para que pueda creerme pero por más que no le daba cara ante mis contestaciones podía denotar que el sí prestaba atención no solo a lo que decía, sino a mis expresiones, teniéndolas que controlar, caso contrario echaría por la borda mi mentira piadosa. El cuándo entrecerraba los ojos y rascaba su barbilla con sus puños era señal que algo me delataba y que él estaba formulando su próxima pregunta para hacerme confesar.

—Así que la inseguridad de los caminos ¿Hace sonreír y brillar los ojos a mi esposa? —Debatir y pelear con Erwin era una de las cosas que más me gustaba porque los argumento para terminar acorralados eran interminable, además que podía estudiar su expresiones para saber leerlo a través de su lenguaje corporal.

—Solo imaginaba destazar algún titán si se llega a presentar en el camino y obviamente gano —Iba perdiendo ante las preguntas del comandante, por más que me moría de ganas por reírme, hacerlo sería declarar mi derrota. En tanto el, no me quitaba la mirada, cambiándose de lugar de estar frente mío se posiciono a mi par, acercándose para tocar ligeramente mi mejilla.

— Y.... dime ¿ese rubor te lo provoca los titanes o hay algo más?— ¡CARAJO! Pensé que el viento de la ventanilla me había hecho bajar el calor pero al parecer no, iba en picada solo me quedaba seguir sosteniendo mis argumentos por más que todas las piezas estaban claras.

Esta vez en vez de levantar la mirada solo tenía que girarla ya que ahora Erwin estaba a mi lado, clavando mis ojos en los suyos, respondiendo cínicamente —. ¿Acaso tendría que haber algo más?

—Podrías estar pensando en nosotros o ¿en mí?, quizás se te escapo un pensamiento que te haya puesto el rostro rojo y que la brisa de la ventana no te pudo salvar — ¡Por eso es comandante! se daba cuenta de todo, lo único que quedaba era confesarlo pero como mi declaración era la única carta en juego no iba a dar brazo a torcer.

Bufe antes de responderle, frunciendo el cejo para simular enojo y dar credibilidad a la situación que hace rato se había ido de mis manos — ¡Que vanidoso! — Al terminar de contestar gire mi rostro en señal que se había terminado la discusión pero para Smith no era así, tirando de mi cintura para sentarme encima de él, tomando mi mentón para acercarse a tal punto que podía sentir la tibieza de su aliento —. ¡Mentirosa!—Comenzando un efímero beso, sin dejarme llevar porque estábamos llegando al cuartel, pero debo admitir que los labios de mi comandante eran aditivos, queriendo reclamar más pero lo dejaría para otro momento.

Las veces que estuve con el "Erwin Smith"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora