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Año 2016/Wakanda

La mente de Bucky se encuentra en un momento complicado. Cuando actuaba bajo el control mental de Hydra no era consciente de las atrocidades que causaba, en cambio ahora no puede olvidar ninguna de ellas. Las noches se hacen eternas para el soldado y es que cada uno de esos recuerdos retumban en su cabeza impidiéndole pegar ojo. Bucky sabe que está sentenciado para toda su vida, ya que a pesar de que la bruja pueda llegar a ayudarle a olvidar esas palabras, él jamas olvidará el dolor que ha causada siendo el soldado de invierno.

Mientras la ciudad de Wakanda dormía bajo el brillo de la luna, Bucky daba vueltas en la cama. Del mismo modo se encontraba Steve, él no podía dejar de pensar en cada uno de sus compañeros, pero sobre todo en Tony. Aunque los demás le repitiesen a diario que aquella batalla fue cosa de todos, él seguía martirizándose, un buen capitán nunca hubiese permitido que eso sucediese. Eran tantas las ganas que tenía por hablar con Tony y saber como estaba, que decidió llamar al teléfono que él le dejó por si surgía algún incidente. Su teléfono marcó 4 tonos y la llamada se desvió, eso hundió aún más a Steve.

El sol salió y eso hizo que Wanda se despertase, al abrir los ojos pudo ver a Visión descansando plácidamente a su lado. Ella lo observaba y no podía evitar sonreír, Visión era el pilar más importante en su vida.

-Buenos días Wanda- Visión la sacó de sus pensamientos.
-Ay, buenos días- Wanda sonrió y le dio un suave beso.
-¿Has podido descansar esta noche?- le preguntó el androide.
-Sí, hoy ha sido una noche tranquila.
-Me alegro mucho, ¿cuál es el plan para hoy?
-¿Te parece si paso la mañana ayudando a Bucky y por la tarde vamos a descubrir sitios nuevos por Wakanda?
-Me parece buena idea, ese chico necesita tus poderes- Wanda asintió y le sonrió. Una de las cosas que más le gustaban de Visión era su bondad con los demás.

La mañana para cada uno fue distinta, Steve decidió ir a entrenar junto a Sam, entre puño y patada el halcón hacía de psicólogo para el capitán. Por otro lado, Visión decidió dejar que Shury analizase el poder que emergía de su gema y Wanda fue en busca de Bucky.

Como no había visto a Bucky desayunar con los demás, decidió llevarle un zumo natural y algo de comer. Cuando llegó, dio dos golpes a la puerta y lo llamó.

-Bucky, soy Wanda, ¿puedo pasar?
-¡Sí!- gritó el chico desde dentro de la habitación.

Wanda abrió la puerta y observó el entorno, seguía exactamente igual que ayer. Dos camillas de enfermería, una donde se encontraba sentado Bucky, algunas mesas, aparatos tecnológicos y una vitrina de cristal cerca de la gran ventana que daba hacía los prados del palacio.

-Te he traído algo de comer, no sabía si habías desayunado.
-No lo he hecho, pero la verdad es que no tengo ganas de comer, quiero que empecemos ya- respondió Bucky, a Wanda le pareció notar frustración en su voz.
-Está bien- Wanda dejó la bandeja que traía en una mesa y se puso delante del chico- ahora solo cierra los ojos y tranquilízate. Yo voy a estar presente en cada recuerdo, por lo tanto podré ver y sentir lo que tú veas y sientas- Bucky asintió y cerró los ojos.

Los ojos de Wanda se habían vuelto rojos y su poder ya había entrado en la cabeza de Bucky. Wanda buscó en los recuerdos que más atormentaban su cabeza, entre ellos varios asesinatos a familias y a personas inocentes, pero a su vez, muchas de las torturas que el chico sufrió cuando estuvo en Hydra. Wanda decidió buscar uno de los primeros recuerdos que el chico tenía sobre Hydra y encontró el día que fue capturado. Al adentrarse en él, Wanda pudo sentir el dolor físico y emocional que sintió Bucky cuando perdió su brazo y cuando le lavaron la memoria por primera vez. Era horrible la sensación que sentía Wanda al observar ese dolor desgarrador, por ello decidió dejar atrás ese recuerdo y se adentró en otro donde un soldado de Hydra recitaba las palabras que activaban al soldado de invierno. Bucky al presenciar ese recuerdo expulsó a Wanda de su mente, lo que produjo un fuerte dolor en la cabeza de la bruja.

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