𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏: Coreα αнί vαмoѕ

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Me encontraba emocionada sería nuestro primer viaje a Corea, mis padres me habían dado permiso y eso era lo mejor, iría con mis seis mejores amigas, bien mi nombres es Elizabeth pero todo mundo me llama Eli, tengo 19 años estoy por empezar la universidad, soy un poco mandona con mis amigas, me encanta cocinar pasteles y cosas dulces, mi mayor sueño es poder estudiar cocina en Francia, pero primero viviré mis primeras vacaciones de verano lejos de mi ciudad pero acompañada de Mari la conozco desde que era una niña su padre y el mío son inseparables, ella es divertida, alegre siempre está haciendo bromas o dormida, tiene mi edad y ella fue la que me convenció de hacer una venta de pasteles para poder tener dinero para el viaje. De Hecho se ha quedado a dormir en mi casa, debido que siempre llega tarde a todos lados y no deseamos perder el vuelo. Tambien está Azul la conocí cuando entramos a la secundaria, siempre estaba sola, es muy callada, usa lentes y usa el pelo rubio a la altura de sus hombros, pero es una chica demasiado inteligente, solo saca 10 ella siempre nos ayuda a estudiar, suele vestirse siempre de forma muy conservadora, le apena usar la falda arriba de la rodilla, incluso cuando Mari y yo intentamos convencerla de lucir un poco mejor, pero siempre Luna la defiende demasiado nos dice que respetemos a Azul, bien ahora que menciono a Luna ella es la deportista del grupo pero nadie lo sospecharía, ya que es la chica que siempre está a la moda, pero pon un balón enfrente y bam! El futbolista interno en ella saldrá, la mayoría de chicos esta enamorados de ella pero, ella solo piensa en su novio a distancia Nam Joon, lo conoció cuando el vino hace un año por algo de sus padres, es un chico coreano de hecho ella fue la de la idea del viaje a Corea y aunque se escriben cartas, correos electrónicos y video llamadas, a veces creo que Luna cruzaría el mar por Nam. Siempre la veo con el teléfono en la mano.

Mari: ¡Hey! ¿Estas listas para mañana Eli?

Eli: Bastante, nunca me he subido a un avión y eso me aterra pero creo que iré dormida.

Mari: si, asi si se cae el avión no lo sentirás. – soltó varias risas divertidas.

Me quede mirando a Mari y pase saliva, sé que estaba igual de aterrada que yo porque ambas nos daba miedo subir al avión. La alarma sonó justo a las 4 a.m. la apague y comenzamos a vestirnos para arrastrar nuestras maletas. Me puse un pantalón de mezclilla, una blusa negra, a pesar que suelen gustarme los colores la mayoría de ropa en mi armario es en color negra.

Mari había elegido un outiff más casual en un jumper de mezclilla, camisa de manga larga a rayas y converses negros. Nos subimos en un taxi después de la despedida de nuestros padres que parecían a punto de ver a sus bebes irse tan lejos; aun seguíamos con sueño pero habíamos checado todo lo que necesitamos para no olvidar nada, el vuelo salía a las 6:30 a.m. cuando llegamos al aeropuerto, nos bajamos y caminamos hasta la sala de espera Azul y Luna, Ya estaban sentadas eran solo las 6, pero Luna estaba más que despierta y con una gran sonrisa a su lado una chica hundida en un libro ella era Jossie se la pasaba entre libros, era una chica bastante seria, era como nuestra líder tiene 20 años, por problemas de salud tuvo que repetir un año de escuela, rápido la unimos a nuestro grupo y Azul la ayudo mucho a ponerse al día. Tambien estaban Fer y su hermana menor Candy, Fer es una chica bastante extrovertida, siempre junto con Mari están jugando y haciéndose bromas entre ellas, su madre es una empresaria famosa y por eso siempre sugiere a Fer que se comporte como una dama, aunque ella le gusta andar en patineta, suele ser un tanto ruda, su hermana Candy tiene 17 años es una chica muy dulce al menos para mí, suele estar con nosotras ya que en su salón siempre suelen tratarla mal, debido a la fama de su madre, un día pusieron pegamento en su cabello, nos hacemos llamar "el club de las seis" asi que fuimos y asustamos a esas mocosas, Candy prefiere pasar sus recreos con nosotras, aunque Fer se desentiende un tanto de ella.

Llevamos todas las maletas y pasamos por el chequeo enseguida nos pasaron a nuestros asientos, me toco junto a Fer y Azul. Por suerte Azul noto mis nervios y tomo mi mano, cuando el avión despegaba no pude evitar llorar. Después de un largo viaje, para mi había sido eterno, entre leer, ver peliculas y dormir por fin llegamos a Corea el pais donde pasaríamos prácticamente un mes entero. Bajamos y ahí estaba entre la gente Nam lo conocía porque Luna nos había mostrado sus fotos incluso una vez nos lo presento vía video. Levanto su mano y Luna pasó corriendo entre nosotras, las maletas y el resto de la gente para abrazarlo.

Luna: ¡RM! – Grito con fuerza mientras saltaba para abrazarlo como un Koala.

Nam: Bienvenidas. –Dijo con dificultad ya que prácticamente Luna había tacleado al pobre de Nam.- espero su viaje sea agradable

Candy: Fue un viaje aburrido. Además la comida fue horrible. Pero ya estamos aquí. – Agrego Candy antes que pudiéramos contestar, la mayoría estábamos un poco dormidas y cansadas por el cambio de horario, al parecer Candy y Luna eran las únicas que estaban bien despiertas.

Nam: ¿quieren desayunar o ir a su casa? –cuestiono el joven sosteniendo a Luna con uno de sus brazos.

Jossie: Vamos a casa, creo que hasta la cabeza me da vueltas. – Expreso Jossie tocando su cabeza.

Todas asentimos, era verdad, tenían razón que el cambio de horas nos había pegado casi a todas. Caminamos hacia una camioneta que Nam generosamente y gracias a su padre la rento para poder llevarnos con nuestras veinte maletas, subimos, teníamos una casa bastante modesta la cual rentamos en internet debido a nuestro ajustado presupuesto, pero por lo menos podríamos dormir y comer en ella, el chofer de Nam manejaba mientras él nos explicaba algunas cosas, sobre el transporte, nos entrega una tarjeta, que nos ayudaría a abordar cualquier camión o tren que encontráramos, nos explicó sobre la comida, el dinero, entramos a una zona donde las casas eran muy elegantes y ostentosas todas íbamos pegadas a las ventanas observando la bella arquitectura y el esplendor de esas casas.

Mari: ¿Creo que estamos en el lugar equivocado? –Dijo Mari cuando el auto se detuvo frente a una enorme casa de dos plantas con una bella fachada en blanco con tejas rojizas.

Nam: No, esa es la dirección que me dio Luna ayer.

Luna: ¿yo? ¿Ayer? – se despegó de Nam arqueando una ceja bastante extrañada.

Nam saco su teléfono y enseño el mensaje.

Fer: fue mi madre. Es un regalo de graduación para todas ya que han sido mis únicas amigas en toda mi vida. – Dijo ruborizada. – Además siempre cuidan de Candy incluso más que yo. – Soltó una risita tímida.

En cuanto salimos del auto abrazamos en bola a Fer y Candy, Nam incluso nos tomó una foto frente a la casa, aun cuando lucíamos cansadas pero con una enorme sonrisa en nuestro rostro, después del viaje. Entramos a la casa, prácticamente corriendo buscando las habitaciones. Todas estaban en el segundo piso, cada habitación tenía nuestro nombre, eran bastante elegantes, todas eran iguales, una bella cama amplia con edredones en tonos pasteles y esponjosos, un escritorio con algunas cosas y una televisión.

Eran demasiado grandes, estaba asombrada, mi vida siempre ha sido muy sencilla, mi madre es ama de casa y mi padre un maestro, soy hija única, hemos tenido problemas económicos, pero siempre habíamos vivido con lo necesario, ahora estaba parada en una habitación del tamaño de mi casa. Mari entro a mi habitación y me abrazo por detrás.

Mari: Lo puedes creer, mi padre, se muere si ve esta gran casa, estamos en Corea Eli en una gran casa que puede ser un castillo.

Eli: somos afortunadas. – mencione para limpiar las lágrimas en la mejilla.

El llegar a Corea del sur había sido toda una victoria, el vender de casa en casa, galletas, cupcakes, pasteles, pay, el gastar para los materiales, el vender incluso entre las clases, perdernos las fiestas escolares y que nos llamaran las raras, había valido la pena. Todo el trabajo en lo fines de semana, como Azul nos organizaba con las tareas para no perder las clases o olvidar de realizar ya que el trato con muchos de nuestros padres era mantener un promedio decente, Jossie nos coordinó para las ventas todo un año de esfuerzo. 

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