CUANDO MI AMOR NO FUE SUFICIENTE ADAPTACIÓN TERMINADA

Capítulo 17

Historia Original de @_kkaeb_

—Hoy tampoco podré salir
contigo.

Mew lee en voz alta el mensaje que Kaprao le ha
enviado como respuesta, no se molesta en volver a escribirle y se deja caer en la silla detrás de su escritorio mientras suspira con frustración.

—Aquí traje los papeles que
pediste –la voz de Ohm le saca de sus pensamientos y
asiente desorientado, cosa que no pasa desapercibida por el contrario. —Déjame adivinar, tu pequeño e inocente Kaprao de nuevo.

—Venga, Ohm, el sarcasmo te
queda fatal.

El más alto se encoge de
hombros y se sienta frente al pelinegro, esperando que de
una vez suelte lo que tenga
que decir. Desde hace unas
semanas se ha convertido en
su terapeuta personal.

—Me canceló otra cita –dice al fin —Se supone que ahora pasaríamos más tiempo juntos. Estoy empezando a
cansarme de esto.

—Para empezar, –la postura
de Ohm pasa a ser una seria y Mew sabe lo que viene a continuación —no debiste
haber iniciado esto.

—Necesito saber dónde está
Gulf –dice sin más.

—Ya hemos hablado sobre este tema antes. Ya le hiciste
suficiente daño, ¿qué quieres
lograr viéndolo ahora?

Si bien Mew era uno de sus mejores amigos, no podía evitar resentirse con él por sus decisiones. Después de todo, es cercano a Gulf también y condescendiente de lo que puede estar sintiendo en esto momentos.

—Necesito pedirle perdón.
Ohm suspira y se masajea el
puente de su nariz, sabía que
tarde o temprano Mew llegaría a este punto. Pero
también sabía que volver a ver a Gulf sería imposible.

—Fluke debe saber su paradero, solo habla con él.

Mew le dice suplicante.

No es la primera vez que le
pide aquel favor, pero siempre recibe la misma respuesta.

—Aún si supiera dónde está,
no te lo diría. Si Gulf decidió irse, estaba en todo su derecho. Ahora, si me disculpas, debo seguir trabajado.

Aprovecha que el pelinegro se ha quedado sin palabras y se levanta de su lugar,
dirigiêndose a la salida.

—Menudo amigo que tengo el pelinegro murmura, pero el mayor logra escucharlo.

—Menudo esposo resultaste
ser –contraataca antes de
abandonar la gran y solitaria
oficina de su jefe.

🧡🧡🧡

M

ew sale del enorme edificio luego de un agobiante día de trabajo. Sube a su auto y conduce directo a casa, encontrándose con un estresante tráfico en medio del camino.

Al llegar, no hace más que ir
directo a la cama y no pasa
mucho tiempo cuando escucha la puerta principal ser abierta.

Sabiéndo de quién se trata, se incorpora y espera a que la otra persona llegue a su
encuentro.

—Estoy en casa –ronronea Kaprao cuando cruza la puerta de la habitación y visualiza al pelinegro con el ceño fruncido.

—Cariño, llegaste primero
–con tan solo escucharle, Mew sabe que ha estado
bebiendo.

El menor se abalanza sobre él
y se sienta a horcajadas sobre
sus piernas con intenciones
de besarle, logrando notar
con más claridad su expresión de enojo cuando no es correspondido.

—¿Estás así porque no pudimos salir? –arrastra un
poco las palabras y le mira con inocencia, pareciendo un
pequeño niño arrepentido de
una travesura. —Mewie, me
encontré con un amigo y no
pude negarle la invitación.

Mew no se deja convencer con aquella explicación y mantiene su semblante serio,
mirando hacia otro lado para
no caer ante la tentación en
persona que tiene sobre él.

—Vamos, Mewie, no te enojes
conmigo –vuelve a ronronear
bajito, acercando sus labios al cuello del pelinegro y
dejando pequeños besos en la
blanquecina piel. —Sabes que te pertenezco.

Kaprao sabe que su técnica
está resultando cuando siente a Mew tensarse bajo su
cuerpo y dándole más acceso
a la zona que ha empezado a marcar. Sus caderas han sido apretadas por las fuertes
manos contrarias y no tarda
en poder sentir una notable
erección bajo su trasero.

Salirse con la suya se ha vuelto cada vez más fácil a medida que ha ido conociendo las debilidades del pelinegro.

Desde que firmó aquel papel
de divorcio, Mew se volvió más manipulable cuando le hizo creer que era su refugio.

🧡🧡🧡

Ohm abraza a Fluke por la espalda cuando el más bajito se acomoda entre sus piernas. Habían puesto una película, pero ninguno estaba prestando demasiada atención.

—Mew volvió a preguntar por él –habla Ohm, captando rápidamente la atención de su novio.

—¿Y qué le dijiste?

—¿Qué podía decirle? No es
como si realmente supiera
dónde está Gulf.

Fluke hace una pequeña mueca y se prohíbe cambiar
de opinión respecto a contarle a Ohm sobre dónde está su mejor amigo.

—Le prometí a Gulfie que no
se lo diría a nadie, además,
sería arriesgado considerando que eres cercano al imbécil ese.

El más alto no puede evitar
enternecerse ante el intento de su novio por parecer enojado.

La forma en la que abulta sus labios y frunce el ceño no hace más que darle ganas de
besarlo.

Pero hacerle caso a sus deseos en ese momento, haría que el castaño realmente se enoje.

—¿Al menos podrías decirme
cómo está?

En un rápido movimiento, Fluke está sentado sobre su
regazo, apoyando su cabeza
en su hombro. En Ohm encontraba aquel refugio que
siempre necesitaba.

—Está mejor –suspira. — Aunque aún llora de vez en
cuando. Después de todo, ha
pasado casi un mes desde que ocurrió todo esto.

—No es fácil olvidar a alguien que juraste amar, Flukie.

El mencionado asiente triste,
ver de aquella forma a su Gulfie le llenaba de nostalgia y le daban ganas de quedarse con él hasta que sintiera del todo bien. Pero sabe que el peligris también necesita estar solo.

Junto a Joss y Ice van a verlo casi a diaro para asegurarse de que se alimente como corresponde y tratan de animarlo con cualquier cosa
que se les ocurra.

—Te amo mucho, Osito.

Ohm le sonríe con ternura y cariño y se atreve a robarle un beso, gesto que es correspondido al instante.