CUANDO MI AMOR NO FUE SUFICIENTE ADAPTACIÓN TERMINADA

Capítulo 8

Historia Original de @_kkaeb_

—Ah.

Abro la boca para decir algo
que rompa este incómodo
silencio, pero realmente no se me ocurre nada.

Nuestro pedido llegó hace un par de minutos, pero no he tocado mi plato aún.

Las miradas que Mew y Joss se dan de vez en cuando me hacen mantener alerta.

Creí que ya habían hecho las
pases después de todos los
malentendidos.

—¿Cómo te fue hoy, mi amor?

Oh, vamos Mew, no tienes que enfatizar lo último.

Le doy un vistazo rápido a Joss, está mirándome también.

—Fue bueno estar al aire libre. Hacía mucho que no visitaba el campo –mi voz se escucha relajada y me felicito por no demostrar mi incomodidad.

—Realmente la pasamos muy
bien.

Mierda. Joss, no ahora, por
favor.

—¿Ah, sí? –Mew celoso entra en acción y sé que nada bueno saldrá de esto —Entonces deberíamos ir juntos la próxima vez, cariño. La podríamos pasar realmente bien por varios días.

Toma mi mano con delicadeza y me sonríe como si estuviera demostrándome que ha ganado una batalla que realmente no existe. Me libero del agarre con sutileza y empiezo a comer sin intención de querer empeorar las cosas.

Afortunadamente en los
siguientes cuarenta y cinco
minutos nadie ha perdido un
ojo. Los tres hemos acabado de comer y de repente Mew
recibe una llamada.

—Debo atender, si me
disculpan.

Se levanta de su lugar y sale del local a paso rápido,
dejándome solo con Joss.

—No ha sido tan malo.

Levanto una ceja y niego con
la cabeza, riendo rendido.

—Perece que te divierte
molestar a Mew.

—Puede ser. Pero debería
confiar más en ti.

No digo nada al respecto.

Tiene algo de razón. Los celos
son una clara muestra de
inseguridad.

Y no le estoy dando motivos
para sentirse inseguro.

—Creo que no debí haber
dicho eso –vuelve a hablar, sacándome de mis pensamientos. —No le des
muchas vueltas o simplemente serás tú el más afectado.

Sonrío al sentir su mano sobre mi cabeza, sé que sus
intenciones no son malas y
que realmente se preocupa
por mí.

Mew casi siempre actúa a la defensiva con Joss, pareciendo dos niños que no pueden estar solos en un mismo lugar. Tratan de fingir
que se llevan bien frente a los demás, pero son peores actuando que yo.

Y no voy a negar que me gusta aquel lado posesivo de mi esposo.

Pero los celos, por más pequeños que sean, no son
buenos. Más aún si somos un
matrimonio.

—Era un socio de la compañía, al parecer quiere reunirse conmigo mañana.

Mi azabache regresa con
nosotros y vuelve a sentarse
en su lugar. Ordena que
traigan la cuenta y él se ofrece a pagar, sin opción a reclamo, cosa que Joss acepta a regañadientes.

—Ha sido una comida muy...
amena la palabra que me hubiera gustado decirnera "tensa". Pero no podía hacerles saber que habían
sido descubiertos en su propia batalla campal.

—Yo diría que algo sofocante.
Había demasiada gente Joss lanza una indirecta bastante directa y decido que ya es hora de despedirse de una buena vez.

O realmente alguien perdería
un ojo.

—Bien, es hora de irnos, Boo –me apresuro en decir, tomando a mi esposo del brazo. —Gracias por la comida, Joss –la e digo con una leve reverencia y obligo a mi azabache a hacer lo mismo.

Mientras conduce, Mew no dice nada, pareciendo demasiado concentrado en lo
que está haciendo. Enciendo la radio del auto y la música es lo único que se escucha en el resto de camino a casa.

—¿Cómo te fue hoy? –pregunto una vez en nuestra
habitación. Me cambio por
algo más liviano mientras mi esposo se quita la corbata y comienza a desabotonar su camisa. —Echaba de menos tenerte temprano en casa –agrego abrazándole por detrás, deteniendo sus
movimientos.

—Gulf, ahora no –intenta apartarme con delicadeza, pero me niego a soltarle.

—Solo estoy abrazándote.

Me es inevitable hablar en voz baja y con un tono suave,
sintiéndome nostálgico de
repente.

—Te he echado de menos.
–repito apoyando mi cabeza
en su espalda, sintiendo cómo mis manos entrelazadas sobre su pecho son cubiertas por la suya.

Sin soltarme, da media vuelta
para quedar frente a mí y
siento muchísimas ganas de
besarle.

—Pues parece que Joss estaba siendo buena compañía.

Estaba acostumbrado a que las demás personas murmuraran sobre mí, que le estaba siendo infiel a mi esposo. Y que incluso, a pesar de todos los malentendidos, siguiera siendo igual de cercano con mi fotógrafo.
Pero aquello no me importaba.

Eran personas que vivían en base a las desgracias de personas públicas.

Importaba que Mew no
pensara como ellos.

—Iré a ducharme.

Me dejó de pie, sin dejarme
siquiera reclamarle por eso.

Algo andaba mal y lo sabía.

Desde el próximo capítulo habrá un nuevo personaje y será la causa de nuestro odio hacia Mew.

Prepárense mentalmente.