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El día que la conocí, creo que puedo clasificarlo como el mejor día de mi vida. Me acuerdo perfectamente. Era el primer día de curso y yo me dirigía hacia el instituto, cuando en un paso de cebra me crucé con ella.

Estaba en rojo y ambos nos quedamos en la acera esperando. No me di cuenta de que estaba a mi lado hasta que pronunció unas primeras palabras.

"mierda, los calcetines"

Me gire hacia ella y vi a lo que se refería. Llevaba un calcetin de cada color.

Su voz era preciosa. Tan delicada y con un tono Chillón pero sin llegar a ser irritante. Tenía el pelo rubio con mechas oscuras en una coleta mal hecha y una sudadera morada con los calcetines naranja y Rosa.

Creo en el amor a primera vista. En ese momento no lo sabía, pero ya estaba atada a ella para siempre.

Le ofrecí mis calcetines negros y quedarme yo con los de colores, con la esperanza de parecer majo o educado, pero no esperaba que aceptara. Pero eso hizo, y me quedé con sus calcetines.

Gracias a Dios eran de los largos y me valían, los enrollé unas cuantas veces para que no se vieran y le di los míos.

De camino al Instituto fuimos juntos y ambos compramos un donut de coco.

Hablamos de todo y nada a la vez.

Me contó que vivía cerca, cosa que me extraño al no haberla visto nunca, pero me dio igual. Estaba fascinado por ella.

Me parecían interesantes todas y cada una de las palabras que pronunciaba.

Quería que siguiera hablando mil horas más , pero llegábamos tarde.

Pronunció ni nombre con una sonrisa y mi nombre de repente me encantó de su boca. Me gustaría que lo repitiera un millón de veces más.

" Adiós Blake"

"Adiós Violeta"

No sabía cuanto iba a marcarme Violeta.

Al fin y al cabo, con aquello empezó todo.

violetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora