[ Aone ]
Todo está normal en este año. Un entrenamiento normal al igual que el comportamiento de mis compañeros del club de vóleibol. Moniwa también ha estado tranquilo, porque no se ha estresado por las peleas innecesarias de Kamasaki y Futakuchi.
Sí, una buena vida estaba presenciando aquel día.
Aunque cuando se trata de los demás, ahí sí que ha habido demasiados cambios. Uno de estos cambios, ha sido que la escuela últimamente se ha encontrado emparejamientos inusuales. Me refiero a parejas. Es decir, dos personas que hacen aquella acción de amar.
Bueno, eso.
También nos hemos dado cuenta de misteriosas donaciones al club, y regalos han llegado hasta las canchas. Por lo que nos había comentado el entrenador Oiwake, la mayor parte de las donaciones eran de estudiantes de nuestra propia escuela. Los regalos iban en conjunto, ya que este tipo de regalos eran en su mayoría dulces, chocolates y así. Jamás faltaba que algún integrante del equipo tuviera un detalle.
A pesar de que se escuchaba como una noticia muy buena, el director de la misma escuela había mandado a llamar a los chicos de tercer año, sólo para cuestionar sobre el aumento de parejas amorosas. Tal parecía que entre rumores mencionaban a nuestro club.
Ahora mismo todos estábamos en el entrenamiento, ya que se acercaban tan peligrosamente las preliminares de la región. Debíamos de aprovechar que los chicos de tercer año aún estuvieran de nuestro lado.
– Aone – Onagawa me llamó, bajé la mirada – ¿Sabes dónde está metido este Futakuchi?
– No.
– Qué mal, supuse que lo sabías – se escuchaba cansado – últimamente él se ha estado escabullendo en los entrenamientos ¿No lo has notado? – yo negué con la cabeza – En ese caso, debe de ser muy importante para él.
– ¿Importante?
– Exacto, es decir, presiento que él está haciendo algo. Aunque no sabría especular en si es bueno o malo – reflexioné en silencio sus palabras – Pero pueden ser ideas mías y nada más. En fin, sólo te pregunté porque el entrenador Oiwake me pidió que lo buscara.
– Ya vuelvo.
– ¿A dónde vas? – me siguió el paso, hasta que se detuvo y gritó – ¡Está bien, si lo encuentras, dile que se apresure a venir aquí! – salí de las canchas.
No era normal que Futakuchi se escapara de los entrenamientos. Así que, le tuve que preguntar a cada estudiante que pasaba por ahí, pero como siempre, las respuestas eran cortantes, me decían excusas peculiares o a veces huían de mí. Sabía que era a causa de ser del equipo de vóleibol. Ya estaba acostumbrado.
Seguí caminando sin rumbo para encontrar a Futakuchi. No lo encontré, entonces tuve que emprender el camino hacia las canchas de vóleibol. Hasta que en la distancia, pude visualizar a mi amigo. Me acerqué a él hasta que noté la presencia de una segunda persona. Aún así seguí avanzando hasta quedar detrás de Futakuchi.
– Esto es lo que en verdad estás buscando – escuché a Futakuchi mientras le entregaba una cajita – en estos días es muy difícil encontrar este tipo de productos.
– ¡De verdad que te lo agradezco! – la chica lo agarró con entusiasmo – ¡Con permiso! – ella salió casi a saltos de alegría por aquella cajita que desconocía su contenido.
– En serio que con estas chicas... ¡Auch! – Futakuchi se había volteado para después chocar contra mi pecho – ¡Fíjate por dónde estás estorbando! – cuando alzó la vista, pude notar la evidente sorpresa.
ESTÁS LEYENDO
Cupido silencioso (Aone x Lectora)
FanfictionFutakuchi siempre está causando problemas a su propio equipo, y misteriosas donaciones a su club de vóleibol están llegando. Un día, Aone intentará detener lo que Futakuchi está haciendo. Sin embargo, lo que no sabe es que a través de las cosas que...