➶ Capítulo 3 ➶

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[ Aone ]

Empecé a escapar de Futakuchi para poder acusarlo con nuestros compañeros de tercer año, y de esta manera podría parar todos los problemas. Al igual que huía de él por la tremenda aura de furia que transmitía todo su ser por lo que yo le iba a hacer.

Ya casi llegaba a la entrada del gimnasio de voleibol. Sin embargo, Futakuchi dio sus últimas energías y me atravesó, para que después se detuviera en seco al frente mío y extendiera ambos brazos. Por mi parte intenté con todas mis fuerzas detenerme, pero yo ya había acelerado tanto antes que no logré pararme a tiempo; y Futakuchi salió aplastado por mí.

Me levanté rápidamente, y Futakuchi estaba en el suelo, y al juzgar los movimientos de sus labios, se podía notar que me maldecía sin parar con los ojos cerrados (sin dejar de fruncir el ceño). Mi propia moral se puso en juego. Ya que tenía una sola opción... que sería seguir adelante y comentarle a mis compañeros de tercer año sobre las acciones malas que estaba haciendo mi compañero.

No podía decidir, y por un momento mis ojos no dejaban de ver la puerta del gimnasio de voleibol y a la vez el cuerpo desmayado de Futakuchi. Mis piernas intentaban dar un paso al frente, hacia la resolución de todos los problemas, pero mis ojos no podían dejar ver al pobre de mi amigo.

Entonces lo decidí.

Realmente lo siento, Futakuchi.

Decidí dar un paso hacia adelante, pero al intentar mover la otra pierna, sentí que una mano sostenía con fuerza mi tobillo. Miré hacia abajo, y vi que ahora Futakuchi agarraba mi tobillo con ambas manos.

– Ni creas que te dejaré ir, Aone – me miró.

– Debo hacerlo – casi sin esfuerzo, di unos pocos pasos más – Es lo correcto.

– ¡Jaja, no estés de broma con lo que es correcto! – me abrazó toda la pierna, como si él fuera un koala – ¿¡En serio crees que tú saldrás como el héroe!? ¡Porque te adelanto que tú te hundirás conmigo!

– ¿Por qué?

– ¡Porque no avisaste en el primer momento sobre lo que yo estaba haciendo, y ahora eres un testigo! – me detuve – Más aparte, podrías arruinar nuestra hermosa amistad de muy pocos años.

Futakuchi tenía razón. Era cierto que a pesar de haber sabido la verdad no consideré el tiempo para poderle llamar la atención con mis compañeros mayores que yo. Incluso podría decirse que estuve involucrado en uno de aquellos "servicios" que él había realizado. Por lo tanto, a mí también me castigarían y probablemente estuviera condenado hacia los actos malvados de Futakuchi. Aunque a pesar de ello, una parte de mí no quería que la amistad de Futakuchi se viera afectada.

Tengo un plan.

– Te apoyaré.

– ¿Eh? – Futakuchi no esperaba esa respuesta, y se me quedó viendo con extrañeza – ¿Así de fácil?

– Sí.

– ¿Entonces no planeas exponerme?

– No.

–¿Acaso me planeas traicionar nuevamente?

– No.

– ¿Y si lo haces qué te hago? – nuevamente su mirada de gánster me puso un poquito nervioso.

– Lo que tú quieras.

– ¿Entonces es un trato?

– Trato.

– ¿Qué están haciendo aquí, chicos? – ambos volteamos hacia aquella voz. Sasaya fue quien había abierto la puerta – ¿¡Qué te pasó en la cara, Futakuchi!? ¿¡Ahora con quién te peleaste!?

Cupido silencioso (Aone x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora