6. Bajo la sombra de una flor

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- Germán. - Salió Alicia del baño de su habitación, con una prueba de embarazo en la mano, su camisón fino puesto y su semblante indescifrable.

Al instante el hombre se levantó de la cama, serio y sorprendido.

- ¿Qué, qué pone? - En frente de Alicia mirando a la prueba y a ella como si fuese un partido de tenis.

- Positivo. - Dijo sin levantar la vista de la prueba. - Estoy embarazada, Germán. - Dijo con los ojos llorosos sin aún un ápice de sonrisa. Pero tampoco triste.

Automáticamente el rostro del hombre de tornó a suave, los ojos comenzaron a humedecerse y rápidamente se acercó a su mujer, con una sonrisa de puro gozo, poniéndole las manos en la cara.

- Cariño, vamos a ser padres. - Dijo mirándole a los ojos. - ¡Tienes un bebé!

Alicia aún callada, observaba la felicidad de su marido.
No es que estuviera triste, el bebé había sido buscado y esperaban ese positivo. Pero tardaron tan sólo un mes, era todo tan rápido que le costaba asimilarlo.

- Eh. - Dijo Germán subiendo la barbilla a su mujer. - No tengas miedo, ¿vale? Estamos en esto juntos. Vamos a ser una familia increíble, vas a ser una madre increíble, Ali.
Y cuando venga este niño... O niña - apuntó tras una pausa simpática - ¿te imaginas? Una mini Ali. Ya la veo con las pecas, como la mamá. Una flor.

Entendía que su mujer tuviese miedo, él era el que dió el paso primero, el que propuso la idea, pero ella aceptó. Aún así no era situación fácil. Cargada hasta arriba de trabajo, la policía más solicitada del país, una edad que muchos considerarían no adecuada para empezar a tener un hijo y muchos miedos de no tener ni idea de cómo ser madre. ¿Ella? Nadie se lo imaginaría.

Finalmente, Alicia salió de sus pensamientos tras unos minutos y el abrazo cálido de la persona que más amaba en el mundo, y una ligera sonrisa comenzó a formarse en el rostro y las lágrimas comenzaron al fin a brotar.

- Dime que estaremos juntos en esto. - Con mirada suave se dirigió al hombre.

- Hasta el final. - Dijo Germán plantándole un beso a los labios de su mujer seguido de su mejilla.

Sí, estaba segura. Con él podría hacerlo.

•••

"Alicia, Alicia"

El sonido comenzó a acercarse y la mente de Alicia volvió al presente. La mirada perdida y vista nublada por fin comenzaron a desaparecer. Volviendo a la realidad.
Aquel presente en el que estaba ella, madre soltera, un bebé recién nacido en el pecho, un parto totalmente salvaje, un hombre al que perseguía con toda sus fuerzas y el compañero de pocas palabras que era lo más parecido que había tenido a un apoyo ahí dentro.

Alicia miró a Sergio.

- Tenemos que irnos. Ya.

Aún confundida, se pasa la mano por el cuello todavía tenso y mira a su alrededor.

- Dijiste que querías formar parte del plan, ¿verdad? O bueno, nosotros del tuyo - Dijo agitado. Realmente tenían prisa. - Bueno, pues no sé cuál es el tuyo, pero si no te subes al carro te vas a quedar aquí, tirada. Con tu hija. Yo ya cumplí. -

Marsella estaba observando la situación, también algo agitado. Mirando la salida y de nuevo la conversación. O bueno, el monólogo.

- Vale. - Asintió por fin Alicia y procedió a levantarse.

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⏰ Última actualización: Jul 28, 2021 ⏰

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