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El departamento era lujoso, se encontraban varias habitaciones, el comedor, la cocina, el baño y etc....
Pero en una de las habitaciones tenían las cortinas abiertas, tanto que el sol se apoderaba de la habitación, pero se puede observar que había lencería color negro tirada en el suelo.
también se encontraba tirado un traje muy formal de color blanco, zapatos, una corbata y una camisa negra con botones.
En tanto una mujer de cabellos negros desordenados y corto estaba acorrucada en las sábanas elegantes de color blanco en unas de las gigantes almohadas de mismo color se encontraban durmiendo plácidamente en la cama matrimonial.
El hombre de veintiocho años, de cabellos caídos color durazno, se encontraba totalmente desnudo dentro de la ducha abriendo el grifo del agua caliente.
Comenzó a salir el agua caliente, en cuanto salió el vapor. Dentro del baño si alguien entraba en el, podría toparse encontrar con una imagen muy candente de un dios sonriente a cabellera durazno. brazos y abdomen totalmente tonificados y trabajados, que estaban siendo refregados por el jabón en barra que el hombre se frotaba así mismo.
Después de que se enjuagó todo el jabón y el shampoo, el hombre ojos rasgados cerró el grifo sacó una toalla para secarse el cabello y su cuerpo.
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El hombre se estaba acomodando la corbata de su traje formal color blanco, mientras se obsevaba en el gran y elegante espejo de cuerpo entero.
Cuando ya estaba totalmente vestido elegantemente de su traje blanco ajustado haciendo que resalte cada centímetro de su cuerpo, camisa negra, corbata y unos zapatos Oxford casual.
El hombre muy sonriente se dirigió a la cama matrimonial donde se encontraba su mayor debilidad su dulce y divertida esposa, Quien se encontraba durmiendo tranquilamente.
se aproximó al lado contrario de la cama para acercarse a su lóbulo pero como había unos mechones sueltos cerca de este, pero él apuesto hombre sonriente con delicadeza le retiro los rebeldes cabellos de la chica para colocarlos detrás de su oreja.
El marido muy lentamente se aproximó a la oreja de su mujer para susúrrale.
─cariño ayer fue fantástico pero ahora me tengo que ir, tengo una reunión...─le dijo sensualmente mientras sonreía.
─cuando regrese te daré una sorpresa, te a... ─antes de que terminara la frase la joven azabache se volteo.
Dónde antes se encontraba su oído ahora se encontraba los labios de la chica, el joven se sorprendió al principio al ver que ella estaba totalmente desnuda debido a la caliente noche que habían pasado los dos, pero tampoco no podo evitar sonreír más a la imagen divertida que deleitaba sus ojos.
