Capítulo 1

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Ajenatón, Egipto, 1893

-¡Ladrones de tumbas!

Aquellas palabras retumbaron en la inmensa cueva de piedra. Las paredes se agitaron con una fuerza estremecedora. El polvo milenario parecía temblar ante su furiosa presencia.

Harry Ramses Styles dirigió la mirada a los hombres que acababa de sorprender. Cuatro hombres egipcios con *thobes (1) largos como faldas y un inglés pálido apartaron la vista del antiguo papiro que acababan de desenterrar. El mapa de la mina de oro, la clave para hallar la tumba de Rastau. Durante milenios, la tumba de su antepasado, que guardaba incalculables tesoros, había sido un secreto sepultado por el tiempo.

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(1)- Túnica árabe de mangas muy anchas y bellos bordados (N. de la T.)

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Él era un Guardián de los Siglos, un guerrero que había hecho el juramento solemne de proteger a sus antepasados los reyes. Solía desayunar ladrones de tumbas. Y aquella mañana estaba muerto de hambre.

Retiró la cimitarra de su funda y la blandió en el aire. La luz de la antorcha reflejó el destello de acero mortal. Cogió el extremo de su turbante azul añil y se cubrió el rostro ante sus enemigos. A continuación, se llevó la mano al corazón y luego a los labios; un ritual Khamsin de honor antes de la batalla.

-Soy Harry Ramses Styles, Guardián de los siglos. ¡Soltad las reliquias sagradas inmediatamente! 

-¿Qué es lo que ocurre aquí?-

La autoritaria voz de su jeque, Zayn Malik, resonó en la tumba. Harry advirtió que el ladrón inglés sacaba una pistola y el resto de sus hombres desenvainaba sus espadas. Se oyó un disparo. El guardián se lanzó hábilmente al suelo con una voltereta y ordenó a Zayn que se agachara. Se levantó de un salto, hizo la zancadilla al hombre armado y le asestó una cuchillada. El hombre cayó al suelo entre gemidos, sujetándose el pecho. Harry le retiró la pistola. Zayn se apoyó en la pared, con el rostro crispado por la impresión.

- ¡Te atreves a agredir a la persona que he jurado proteger!-

Tras lanzar un grito perturbador, al que siguió el de Zayn, Harry se abalanzó hacia ellos. Un inglés se desmayó, cayendo desplomado al suelo, siendo hábilmente esquivado por Harry. Zayn se apresuró a ayudarle, enfrentándose a dos hombres, mientras su compañero se ocupaba del resto. Bramando por el poder que le otorgaba la justicia, Harry se sentía que el espíritu de sus antepasados fluía en su interior.

- ¡Que nuestros antepasados castiguen a aquellos que perturban sus lugares de descenso sagrado!- Aquellas palabras retumbaron en la cueva cual profecía maléfica.

De pronto una de las cinco resplandecientes antorchas se apagó. Los hombres, asustados, se santiguaron contra el mal de ojo.

-Decidme su nombre y vuestras vidas serán perdonadas- dijo Harry, señalando al inglés que yacía en el suelo.

-Ni-all... Ho-ran- Farfulló uno de los ladrones, el inglés.

Harry asintió con la cabeza.

-Lleváoslo. No quiero que su cuerpo profane este recinto sagrado.

Sin medir palabra, los ladrones de tumbas levantaron el cuerpo del inglés herido y huyeron corriendo del lugar.

Zayn dirigió su mirada a la antorcha apagada.

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⏰ Última actualización: Jul 19, 2015 ⏰

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La Dama Y El Tigre (Harry Styles) AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora