Un ojo morado y una desmayada segura.

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-Hola chicos.- saluda Santiago.
Samantha lo saluda de beso y Alexander le da un apretón de manos sin quitarle la vista en cada acto que este realiza.
Alexander le pisa los pies a los 2 por el acuerdo que habíamos hecho.
-¿Qué te pasa?.- le pregunta Alex enojado. Yo tan solo me río por la cara de what que Samantha tiene.
-No, nada. Es que yo compre sus cosas y para que no las pagaran les tenía que pisar el pie.- les explica Santiago.
-Ah pues... Yo te puedo regresar el favor con un golpe en la cara.- le dice Alex golpeando su nariz.
Pare de reírme de inmediato, porque esto ya no era una broma.
-Oye, no tenías que hacer eso.- dijo Santiago poniendo su mano en su nariz para retener la sangre que escurría. Para después empujarlo.
-Oye, ¿que te pasa idiota?.-Alex lo toma del cuello para amenazarlo.
-Tú me empezaste.- Santiago responde pegándole en el abdomen.
No sabía que hacer, me paralice por completo. No había sonido ni movimiento.................

-Wendy. Wendy. ¡Wendy!-. me grita Sam para reaccionar moviéndome de un lado a otro.
¡Suéltense!.- les gritaba Samantha. -ya por favor.-
Veía como se peleaban, todos al rededor de ellos, tomando video y fotos. Gritando. -¡Pelea! ¡Pelea!.-
En ese momento de desesperación corrí hacia Alex, subiéndome a su espalda, pero no funciono.
Todos me gritaban que me quitara para no salir lesionada. Pero, ¡oh genio!. Me puse entre ellos, siendo una barra para que dejarán de pelear. Al voltear a ver a Santiago, el levanta el puño y....
Entre abrí los ojos y vi un rostro borroso, vuelvo a parpadear y veo la cara de preocupación de Samantha, que esta justo sentada a lado de la camilla.
Ella se levanta para verme.
-¿Te sientes bien?.- me pregunta.
-¿Qué paso?.- preguntó tocándome la parte superior de la cabeza. Se siente como si tuviera una bola por dentro.
-¡Eres una tonta! Te metiste en la pelea para separarlos, pero tú y tu gran ingenio se colocaron entre los dos y en ese momento Santiago te golpeo en la cabeza. Por la fuerza te desmayaste.- me explica Samantha caminando por la habitación haciendo movimientos de la escena.
Sonrío un poco por pensar en lo que hice. ¿Cómo se me ocurrió eso?.
-¿En verdad hice eso?.-
-Sí. No te rías no fue nada gracioso después de desmayarte.- rodea los ojos.
Veo el reloj, son las 9:50 y faltan 10 minutos para entrar a mi próxima clase. Y hay trabajo en equipo.
Así que me levanto muy rápido de la camilla para dirigirme al salón de clase y veo como todo comienza a dar vueltas alrededor de mí. Samantha corre hacía mí para ver si me sentía bien, ya que mi cuerpo se tambaleo. Tomé mi cabeza con la mano derecha.
-Oye tranquila. ¿Te encuentras bien?- Samantha pone las malos en mis hombros para detenerme.
-Sí, estoy bien.- Le digo. -Tenemos que irnos.-
-¿Por qué?- Me pregunta. -Al parecer no te encuentras bien.- dice Samantha con un poco de ironía en la voz.
-Sí Sam, pero tenemos clase de filosofía, ¿recuerdas?-
-¡Cierto!- exclama Samantha con cara de asco. -El trabajo.-
Me coloco la chamarra por encima de mi espalda y salimos de enfermería.
Al llegar al aula todos voltean a mirarme con cara de preocupación y sorpresa al mismo tiempo.
-Señorita Henderson.- hace mucho énfasis en mi apellido al ver mi ojo morado.
-Profesor, ¿me permite pasar?- Le pregunto poniendo mi cara de perro triste.
-¿A dónde andaba?- pregunta esté, con esperanzas de obtener algún tipo de información.
-En la enfermería.-le contesto un poco incomoda.
-¿Y usted?- Le pregunta a Samantha que esta atras de mi, visualizandola de pies a cabeza para checar si no le paso nada.
-Yo la he acompañado.-contesta Samantha como si fuera evidente.
-Ok, esta bien. Pasen.- Mueve la mano en seña de que podemos entrar.
Caminamos al fondo del salon junto a la ventana para tomar asiento ya que son las únicas bancas que estaban desocupadas.
-Pasen sus trabajos.-
Sam se levanta, toma mi documento y el suyo en mano y se lo entrega al profesor.
-Gracias. Continuemos muchachos...-
Mi cabeza estaba a punto de explotar de dolor, y como estaba cerca de la ventana donde me golpeaban los rayos del Sol, era aún peor.
Casi al termino de la clase vibra mi teléfono dentro de mi bolsillo, avisando la llegada de un mensaje, no vi de quien era, ya que no podemos sacar el teléfono en clase, y mucho menos si los supervisores andan pasando por las ventanas.
Suena la campana para salir. Riggggg...
Me levanto, tomo mi mochila y me dirijo a el profesor que estaba esperandonos sentado en la esquina de su escritorio.
-¿Que le ha pasado? ¿Por qué tiene el ojo morado?- Pregunta el profesor con curiosidad en la voz.
Y así empieza nuestra explicación-actuación de los hechos...

AVISO
Hola de nuevo :3
Este es el capitulo 3 y esperamos que les guste como a nosotras 😊
No habíamos podido subir capítulo por asuntos escolares (hay mucha tarea -.-).
El de la foto es Santiago. Por favor voten y háganos saber sus dudas y opiniones.
L@s queremos, YareSan.

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⏰ Última actualización: Mar 14, 2015 ⏰

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