Sonrisa de comercial.

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Veo que una mano pasa frente de mi una y otra vez.
-Wendy.- me dice una voz grave.
-Wendy.- al terminar la última letra, reaccionó.
-¿Sí?-pregunto.- ¿Qué pasó?.-
Es Alexander que tan solo se ríe de mi y comienza a darme golpecitos en la cabeza
-¿Está bien tu cabecita tonta?.- entonces él y Sam comienzan a reírse.
-¿Qué es lo gracioso?.- les pregunto.
Ellos se ríen aún más y me toman de la mano para levantarme del asiento y salir del aula.
-¿Ya acabó la clase?.- pregunto confundida.
-Ay Wendy, ¿en qué mundo andas, he?.- me pregunta Alexander.
-Supongo que en este, ¿no?- respondo con un tono obvio.
-Pues parece que no.- me dice Sam levantando las cejas.
Seguimos caminando para ir a comprar algo de comer y para llegar hasta el comedor debemos de pasar por los salones de cuarto semestre.
Suena la chicharra para que los alumnos salgan para comprar algo, entonces checo mi reloj; son las 9:00 a.m y a esta hora los que salen a comprar son los de cuarto y quinto semestre. Cada semestre tiene cierto tiempo para salir.
-Oigan, son las 9:00, se supone que no deberíamos estar aquí- les comento a Alexander y a Sam con cara de preocupación.
-¡Nah! No pasara nada.- Me dice Sam.
-Sí Wendy, la mayoría no respeta el horario de receso.-y sé que Alexander lo dice para calmarme.
-Bueno, bueno. ¿Qué van a comprar?- les pregunto a ambos.
-Yo quiero algo para tomar.- responde Alex
-Yo comprare unas papas picantes.- dice Sam sacando dinero de su cartera.- ¿Y tú Wendy?- me pregunta Alex
-Yo... Yo comprare unas galletas.- le digo con una sonrisa.
Al llegar nos damos cuenta que hay muchas personas formadas.
Nos miramos para decidir quién irá y se formará, ya que a ninguno le gusta comprar con tanta gente en frente haciendo fila.
-Un chinchampu, ¿va?- dice Sam.
-Va, Tú y yo Sam, quién pierda irá contra Alex y quien pierda irá a formarse y comprar lo de todos, ¿ok?- les sugiero a ambos.
-OK.- Afirma Sam.
-Piedra, papel o tijera- cantamos Sam y yo al mismo tiempo.
(Saca papel, saca papel, Sam.)
Sam termina sacando piedra y yo tijera, así que pierdo.
(Te odio Sam)
Sam se burla y empieza a bailar su baile de la victoria.
-¡Oooh sí!, ¡Oooh sí!- mueve las caderas en circulo.
Alexander ríe - Ok, ok. Ahora tú y yo- me dice con una ceja levantada
Sam, por fin se calla para ver quien va a ganar de los dos.
-Piedra papel o tijera- volvemos a cantar, pero ahora somos los 3.
(Saca piedra por favor, saca piedra.)
¿Por qué tengo mala suerte en estos juegos?
Alex saca tijera y yo saco papel.
-¡Ay! ¡Hicieron trampa!. Lo tenían planeado, ¿verdad?. Sí, yo sé que sí.- Les digo quejándome, mientras ellos mueven las caderas y brincan de felicidad.
Me entregan el dinero por sus compras y me dirijo hacia el mostrador.
Me meto en toda la bolita de personas que han formado los alumnos.
-Permiso, permiso.- Digo para que me den un poco de espacio.
Un chico alto con chamarra de cuero y jeans esta en frente de mi y no me dejaba pedir nada por qué tapa toda mi área visual. De pronto él da un paso hacia atrás y justo ahí se encontraba mi pie.
-Auuch,.- me quejo y retiro mi pie que hace un momento se encontraba abajo de su tenis.
Él voltea y................... ¡OH-POR-DIOS!
Le presto atención a su sonrisa tan perfecta que le gana a los comerciales (y eso ya es demasiado), me inmovilizo de los pies a la cabeza y me quedo como tonta, mirando su su hermosa sonrisa.
-Lo siento- me dice tomándome de los brazos y poniendo cara de preocupación.
Cada palabra va siendo procesada lentamente por mi cerebro. Hasta que finalmente puedo articular palabras y logró hablarle.
-Oye, fijate- le digo dando un paso hacia atrás, sorprendiendome de lo que dije.
-¿Estás bien?- me pregunta sacándome de la bolita de alumnos, en la que ya había logrado entrar.
-Sí, sí. No te preocupes- contestó.
-¿Segura? ¿No quieres que te lleve a la enfermería o algo?- me pregunta
-No te preocupes, no es para tanto.- le contesto con una sonrisa leve
-Pero como me sacaste de la bolita de la cafetería TENDRAS QUE IR por las cosas que iba a comprar.- le digo tratando de sonar seria.
-Con eso no hay problema.- me dice. - ¿Qué quieres?
-Un agua de sabor, unas galletas y unas papas picantes y..... ya.- Le digo.
Ni siquiera me dio tiempo para darle el dinero, él tan solo volteo y fue directo por las cosas.
-Aquí tienes.- me dice entregándome las cosas.
-Gracias- le agradezco
-Oye, ¿todo eso te comes?- me pregunta y yo me rió
-Realmente....- No me deja terminar.
-Perdón otra vez, .-se tapa la cara con las manos.- ya estoy preguntando cosas que no son de mi incumbencia- y termina con una sonrisa que me deja estupefacta.
-No, no te preocupes.- le contesto con una leve sonrisa.
-Toma.- Le intento dar el dinero que había gastado por los alimentos.
-No, déjalo así.- y da un paso hacía atrás para que no pudiera meter el dinero a sus bolsillos.
-Te estoy diciendo que no, yo te aplaste un pie y me dejarás pagar tú desayuno.
Yo solo rodeo los ojos y guardo el dinero.
-Entonces también le tienes que pisar los pies a mis amigos - le comento con una leve sonrisa y alzándole la ceja izquierda.
-Ahorita se los piso, tú no te preocupes.- me contesta con otra sonrisa.
Busco visualmente a mis amigos en el pasillo que los había dejado, pero nada.
-Deja los encuentro y los pisas.-
-Y bueno hermosa señorita, ¿como se llama?.- me pregunta con una cara seductora.
¡Hermosa!... ¿dijo hermosa? ¿Qué le pasa? ¿Y ahora porqué le resultó hermosa?.
Aún que es muy lindo que me diga hermosa y que tal vez crea que los soy.
Me sonrojo, pero oculto un poco la cara para que no lo note.
-Me llamo.....- hago una pausa para aclarar mi garganta.-Wendy, y ¿tú?. Me retiro un mechón de pelo que tengo en la cara y lo pongo detrás de mi oreja.
-Que bonito nombre, Wendy- Me sonríe. -Yo me llamo Santiago.-
-Gracias, el tuyo también es lindo, supongo.- Le sonrío.
Él me mira con el ceño fruncido y realiza una mueca con la boca.
A lo lejos visualizo a Alexander y a Sam buscándome entre la multitud de alumnos.
Extiendo los brazos para que me vean. Pero no me toman en cuenta, así que preferí ir hacía ellos.
Alexander se pone serio y Sam hace un raro baile con las cejas. Los veo con cara confundida pero no le presto atención a sus gestos.
-Tomen.- les entrego los alimentos que me habían pedido.
Ellos los toman, pero aun no quitan los gestos que tenían, entonces decido voltear y ver en qué rayos Alexander tiene la mirada fija y seria, es ahí cuando noto que todo eso es por Santiago......

AVISO
Por situaciones escolares las fechas de subir capítulos se cambia a; viernes y martes. En la foto se encuentra Wendy.
Posteriormente subiremos a los demás personajes.
Cualquier comentario háganoslo saber. Póngale estrellita. :3
Les agradecemos por leer "¿Podría cambiar?".
Los y las queremos YareSan.

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