Accidentes de Miami. •JB•

Capitulo 1

—¡¡ES SUFICIENTE DREW BIEBER!!— grito mi padre. —¡No tienes por qué dirigirle esas palabras a Pattie! ¡Es tu madre!—.

Esto ya era rutina de todos los días. Mis padres se quejaban continuamente por mi adicción a las carreras clandestinas. La verdad me valía mierda lo que ellos pensaban.

Yo siempre he tenido esa mentalidad de ‘Es mi vida y yo puedo hacer lo que quiera con ella’.

Salí de la casa, dejando atrás a mi padre gritando y mi madre llorando. Pasando a lado de Jaxon y Jazzy quienes se encontraban tapándose los oídos. Los abrase a ambos murmurando un ‘lo siento’.

Me subi a mi motocicleta camino al Asterisco donde nos juntábamos para correr donde seguramente estaba Ryan, Chris, Miley y Caitlin.

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Me recibieron con una enorme sonrisa, y Miley, con un beso.

Miley y yo llevábamos siendo novios desde hace dos años. Es una chica increíble, la conocí aquí, en el Asterisco. Recuerdo que se hizo la difícil cuando la conocí, y así fue durante tres meses.

La amo y estoy seguro que nadie podrá romper lo que tenemos.

—Hola—. Dije con un corto suspiro.

—Hey, ¿te peleaste con tus papas?...—. Miley me conocía tan bien. — De nuevo—. Todos se rieron.

Es increíble como tus amigos te hacen sentir bien después de pasar un mal rato. Eso es lo que más me gusta de mis amigos.

—Ya estoy harto-. Todos me miraron atentos. — Estoy harto de este lugar y de mis padres.

— ¿Y qué sugieres?—. Chris sabía que algo rondaba por mi cabeza.

—Hay que mudarnos—. Todos se echaron a reír.

—Aja Justin, cuéntame otro chiste—. Se burló Ryan.

Después de que pararon de reír Caitlin hablo. —Y si nos mudamos, ¿A dónde nos iríamos?

—Podríamos ir a Los Ángeles—. Sugirió Miley abrazándome por los hombros. Al parecer estaban reconsiderándolo.

—O a San Francisco—. Chris menciono.

Todos eran excelentes lugares, pero había uno en específico que había estado rondando por mi cabeza las últimas semanas, ese lugar que me dejaba despierto por las noches pensando en cuan increíble y maravilloso debía de ser vivir ahí.

—Miami—. Dije en un murmuro.

Sé que puede sonar muy común y más para alguien con mucho dinero como yo. Pero solo he ido a Miami una vez con mi papa cuando tenía 15 y quede fascinado.

— ¿A la otra punta de Estados Unidos?, genial—. Dijo Ryan con sarcasmo, obviamente no le apetecía viajar muy lejos de su lindo y querido hogar.

—Entre más lejos, mejor—. Le conteste con una sonrisa falsa a Ryan.

—Me parece bien—. Miley contesto seria.

Cuando Miley tenía expresión seria sabíamos que no era el momento adecuado para hacer bromas.

Todos tenían problemas con sus padres o hermanos. Aparte de que nos creemos muy independientes.

Somos independientes.

Todos excepto Caitlin dejamos la escuela terminando la preparatoria. Caitlin es la única que siguió estudiando. Está a punto de terminar su carrera en psicología. Todos estamos muy orgullosos de ella.

—Al final no es tan mala idea-. Ryan contesto.

—Necesitamos un departamento—. Caitlin hablo.

—Yo me encargo de eso —. Dijo Miley.

—Okey, ¿Cuándo partimos?—. Pregunto Chris.

—Yo digo que dentro de una semana ya estaría listo el departamento—. Confirmo Miley.

—Así que vayan preparando sus maletas, metan sus cochinitos, porque ¡esto va ser grande!—. Ryan festejo.

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Ya había pasado la semana. Estaba más que contento, pronto nos iríamos de esta porquería. Mis padres seguían discutiendo conmigo, seguían diciendo de lo importante que era estar preparado para estar a cargo de la empresa.

Ayer, Miley nos avisó que el departamento estaba listo, después fuimos a comprar los boletos. Hoy partimos en la noche. Todos están emocionados. Todos estaban listos.

El día transcurrió rápido, nadie sabía a donde nos dirigíamos, nadie sabía que nos iríamos.

Antes de irme decidí, despedirme de mis hermanos. Jazzy ya se encontraba dormida, así que me acerque a ella y le bese la frente.

Fui al cuarto de a lado, al cuarto de Jaxon. Abrí la puerta tratando de no hacer ruido para no despertarlo. Un rechinido llego a mis oídos, había pisado pato de hule, mierda, espero no haberlo despertado.

—¿Qué haces?—. Hablo Jaxon con su voz dormilona.

—¿Yo?— . Me apunte con el dedo. Vaya pregunta estúpida.

—Si, tu Justin—. Tenía sus ojos entrecerrados a causa de la luz que entraba del pasillo. Cerré la puerta despacio.

—Viniendo a verte, tonto. ¿No es obvio?—. Me reí.

—No es cierto—. Seguía medio dormido. — Te vienes a despedir de mí—. Mi cara paso de una divertida a una seria.

—Te escuche hablar con Miley por teléfono ayer—. El me miraba fijamente a los ojos. —Fue cuando te avise que bajaras a comer. —Me acosté a su lado, pensando.

Nos quedamos en silencio durante un largo rato, tanto que creí que ya se había vuelto a dormir. Tenía sus ojos cerrados, respiraba tranquilamente. Me pare de la cama.

—¿Cuándo regresaras?— Jaxon aún seguía despierto.

—No sé—. Le conteste.

—¿Pronto?

—Quizás. —

Me acerque a él. —Cuida de Jazzy, por favor.

Luchaba por quedarse despierto más tiempo. Asintió.

—Adiós Jaxon.

—Adiós Justin.

Avance hasta la puerta. Con un pie a fuera voltee hacia Jaxon.

—¿Jaxon?

—¿Mmmmh?—. Contesto.

—Los quiero—.

Antes de cerrar la puerta Jaxon murmuro: —Nosotros también te queremos, Justin—.

Sonreí, cerrando por completo la puerta de su habitación.

Agarre mi maleta que estaba al lado de la puerta principal. Sin mas, Salí de la casa.