𝗔𝗠𝗔𝗢𝗧𝗢 | 𝐝𝐫𝐚𝐤𝐞𝐧 ;; 𝐤𝐞𝐧 𝐫𝐲𝐮𝐠𝐮𝐣𝐢.

Epílogo.

Ha pasado un largo, largo tiempo...

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Narrado desde los ojos de Draken.

Siempre tengo el mismo sueño. Un bonito jardín amplio de flores, todas y cada una eran diferentes más que todo en formas y colores: margaritas, tulipanes, girasoles, rosas, narcisos y muchas plantas más e incluso árboles de cerezos. Todo parecía congeniar perfectamente y no había ninguna planta o flor seca o marchita.

Y luego la veo a ella, sonriente, calmada, radiante... Ver su cabello suelto ondearse en el viento mientras sus ojos [c/o] me miran con ese brillo, ese brillo que siempre destellaba y yo, curioso, observaba esa expresión. Desde que ella murió, sólo la veo en mis sueños en medio de aquel jardín y por alguna razón no me atrevo a dar un paso, no me atrevo a alcanzarla; no me atrevo a disculparme desde el fondo de mi corazón, porque nunca fui bueno con ella, nunca fui bueno para ella.

Han pasado dos meses desde que ella murió y las primeras palabras de su libreta expresando que me amaba se rompieron en mí, me hicieron quedarme en cama con ese cuaderno de tapa negra con letras blancas aferrado en mi pecho, he intentado avanzar en leer tus sentimientos [t/n], lo intento, pero cada que mascullo dentro de tu corazón es como si caminara en un laberinto de rosas y me rasgara con las espinas, es como si nunca pudiese entrar.

¿Alguna vez salí de allí? Aún recuerdo lo confundido que estaba cuando te vi, le había hecho prometer a Mikey que no le dijera a nadie lo mucho que Emma me gustaba, pero verte causó algo en mí entrando en un dilema, pues quería a Emma en mi mundo y por alguna razón también te quería allí conmigo ¿Acaso llegué a amarte y no me di cuenta de ello? No, si te amara, no te hubiese tratado así, no te hubiese alejado de mí al punto de no verte nunca más.