『Inicio de un Final』

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Las personas se trasladaban de un lugar a otro, todo parecía un caos, faltaban diez minutos para la gran gala y aún no tenía el vestuario en mano, cada afrodita del lugar posaba sus pies sobre banquillos para poder ser vestidos, cada uno de los presentes tenía nervios en su ser, se mostraban ansiosos e inquietantes del porvenir. La mayoría se encontraba en tocadores para afinar los últimos detalles, mientras que Harry empezaba a exasperar por la gran y tardada espera que su querubín había causado.

Un largo tiempo había transcurrido, cuando se percató de la radiante y definida silueta de su querubín, a los ojos de Harry no había creatura más tierna y adorablemente enojona que él. El mancebo era una brisa de extrema felicidad para los afortunados que le conocían, en su rostro posaba un pequeño mechón de cabello color oro, mientras lucía majestuoso portando un par de pantalones de lana y una camisa blanca un poco ajustada, era fiel acreedor de una figura admirablemente digna, tenía la piel ligeramente ruborizada como la mayor parte del tiempo y unos ojos expuestos de ¿Aflicción y pena?

Mientras avanzaba por la entrada de la pequeña habitación trataba de dar pasos firmes para no estropear el trabajo del diseñador que varias veces tuvo que ajustar. En su rostro se podía reflejar un tinte de angustia, pues temía el tener que tropezar y acrecentar una mancha o una abierta que provocara el deshilar de la tela.

—¿En dónde te has metido Niall? —cuestionó un poco fastidiado- llevo un considerado conteo de los minutos en la espera de tu presencia. Claramente Harry llevaba bastante tiempo preguntándose porqué su vestuario no aparecía, mientras que todas las demás afroditas se encontraban listas para subir a presentar su acto.

—Como lo lamento Harry, he tenido que esperar a que me asignaran tu vestuario, al parecer el modisto no dio la talla como diseñador y tuvo que hacer arreglos de último momento—sin más Harry asintió y dejó que este comenzara a asistirlo. Este percance estaba fuera de las manos de cualquiera, y por muy cansado que pareciera era un hecho repetitivo, uno que no dejaba de ser molesto.

Todo después de la pequeña tardanza fluyó con normalidad, para Harry esto era una melodía fácil de descifrar, a cada paso que daba por esa larga y efímera alfombra sentía como sus contorneadas piernas danzaban sin cesar, no era una acción fácil para cualquiera otra afrodita, pero Harry sabía llevarla a cabo con naturalidad. Los reflectores posaban sobre su piel, los suspiros se capturaban en los más profundo de su ser, sus ojos se aventuraban en un oscuro vaivén de emociones y sensaciones inexplicables, todo era un sentimiento sincronizado con los movimientos que este brindaba por placer.

La audiencia presente en el increíble Lyceum Theatre tenía un semblante de asombro y complacencia notable, cada uno de los presentes fijaban su vista en el mancebo de rizos color chocolate. Cada paso lo daba con firmeza, manteniendo un semblante de suma concentración y disfrute, esto era en definitiva su acto estrella, ese motivo por el cual había persistido.

Como todo acto iniciado tarde o temprano llega a su culminación, las luces por fin se encendieron en aquel salón de riquezas y sin necesidad alguna de un presente extra en el escenario, los acudientes comenzaron a aplaudir, pronto todas las afroditas aparecieron sobre la tarima y agradecieron infinitamente la euforia brindada por el público.

Durante cada época existen desacuerdos e inquietudes sobre ciertos temas que en ocasiones generan conflictos y sobrepasan limites, y en esta un tema así no era la excepción, pues la homosexualidad seguía siendo una guía de conversación tabú para muchos y en lo general no era bien visto tratar de lidiar con asuntos fuera de lo "correctamente moral" haciendo que el decreto de hoy tornara las circunstancias un poco más complicadas de lo normal. Cada persona en esa ciudad tenía una forma de ver y pensar distinta, pero al final del día la mayoría solo aparentaba el dejar pasar los intereses y decisiones del amor proveniente de dos personas del mismo sexo.

Harry tenía bien en claro que la sociedad lo aceptaba como afrodita, incluso lo alababan y reconocían, pero temía sufrir y ser menospreciado por personas que no comprendían su forma de amar, el ser que realmente era. La mayoría podía expresar libremente su sentir, pero todo era a costas de una limitante, siempre existía una circunstancia que terminaba por destrozar el anhelo de muchos.

Él en verdad se alegraba bastante por ese pequeño pero escalonado paso que dio la corte. En sus adentros aún seguía luchando por lograr reflejar públicamente lo que tanto añoraba, aunque sabía que eso era imposible, al menos por el momento.

Cegado por la estruendosa presentación, salió un instante de sus pensamientos y con lágrimas en sus ojos causadas de la gran aflicción que cargaba sonrió lo más vivido y audaz que su mandíbula le permitía, tras tomar un largo suspiro propiciado por la exhausta presentación decidió sostener las rosas que yacían sobre la alfombra mientras observaba el caer del solvente desliz que la tela tomó frente a su mirada.

De un instante a otro todas las demás afroditas tomaron caminos separados sobre la tarima, la mayoría decidió acudir a sus tocadores, mientras que otras pocas se dirigieron en busca de un familiar presente en la audiencia. Harry con la mirada enfocada en su camino, recorrió gran parte del escenario para dirigirse a la salida que se encontraba a un costado de este.

Como era de esperarse su inquietante querubín le aguardaba del otro lado de la tarima.

—Eso fue realmente majestuoso— dijo admirado por lo sucedido, totalmente embelesado por lo que la afrodita lograba mostrar sobre el escenario.

—Te lo agradezco Niall, sabes que esto es lo que amo—respondió con honestidad mientras una sonrisa se acrecentaba en su rostro.

—Por supuesto—asintió y lo rodeo con sus brazos en un tierno y cálido abrazo.

Para Niall, Harry era un ser totalmente multifacético, talentoso, extravagante, caprichoso e íntimo y en algunas ocasiones narcisista. En conclusión, la única persona sin vinculo sanguíneo compatible que formaba parte de su familia. Un mancebo que a través de los años supo forjar un apego amistoso con el querubín de entusiasmo envidiablemente inalcanzable.

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⏰ Última actualización: Jul 29, 2021 ⏰

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