El sabor de la venganza Trunks x Pan

El camino del guerrero.

Pan sintió toda la noche las miradas insidiosas de aquella arpía, no la conocía y no la había tratado jamas pero notaba inquina y mezquindad dentro de aquella muñeca hecha mujer y cocas veces su instinto erraba.
Cuando hubieron acabado de comer y los platos fueron retirados, Marron hablo a su prometido mientras su mirada pasaba de Trunks a Pan y viceversa.

- Querido ¿no crees que la muchacha como tu criada personal no debería dormir nosotros en el cuartito contiguo al tuyo. No querrás que nuestra nueva preciada posesión se malogre en aquellas húmedas y lóbregas habitaciones. ¿Verdad?

- Claro cielo, tienes razón - dijo Trunks mirando descarada y fijamente a Pan.

Marron sonrió a Pan maquiavélicamente, pues sentía como que era una pequeña victoria frente a esa indiciosa cría. Tendría que aguantar el escarnio de ver cómo era amada y deseada realmente por el heredero Saiyan y asi borrarle de golpe sus ínfulas de grandeza. Era el primer paso para hacerle la vida imposible.

Pan pensó que se volvería loca al tener que aguantar a ese maldito príncipe consentido prácticamente todo el dia.

La real pareja se levantó de sus sillas.

- Vamos esclava, levántate. Te lo ordena tu ama - dijo Marron autoritariamente y con suficiencia, pero Pan hizo caso omiso.

Marron sintió la sangre bullir, su lado guerrero despertarse, estaba acostumbrada a que la obedecieran al momento por lo que se dirigió rauda y veloz con la mano levantada a estrellarla sobre la mejilla de aquella impertinente, pero Pan la vio venir y le agarró la muñeca con fuerza, mientras miraba a Marron con una sonrisa malévola en la cara mientras la rubia se encontraba retorciéndose intentando escapar de aquel imprevisto y fuerte cepo sobre su frágil muñeca, en ese preciso instante Pan apretó un poco más y un gemido de dolor salió de la boca de la futura reina, gemido que no escapó al oído de Trunks, que se dio vuelta y se encontró con aquella escena: su criada amarrando con fuerza la muñeca de su futura mujer y esta sin poder moverse. De nuevo sintió el deseo nacer en su interior. Se dirigió hacia aquellas dos mujeres y deshizó el agarre, agarro a Marron de la mano con fiereza y la arrastro tras él.

Marron sabía lo que aquello significaba y miró a Pan que iba tras ellos prácticamente corriendo y en un sepulcral silencio con una socarrona sonrisa de triunfo.

Al cabo de unos minutos llegaron a la gran habitación de Trunks.

Trunks obnubilado por el deseo olvidó que Pan se encontraba allí y estampo a su prometida contra la pared, besándola con pasión en los labios, cuello y hombros mientras con sus manos manoseaba con fiereza el delgado cuerpo de Marron mientras esta miraba a la pequeña Son burlonamente. Volvió a coger a la rubia de la mano y la llevo a la orilla de la cama mientras Pan les seguía detrás discretamente. Trunks en un rápido movimiento empujo con fuerza a Pan y la metió en el cuartito y esta cayó en el suelo desmadejada como una muñeca mientras oía un sonoro portazo tras ella.

- Vamos a la cama - oyo Pan decir a Trunks en un sonoro gemido, aunque llegó amortiguado a sus oído por aquella hoja de labrada madera.

Pan miró a su alrededor y vio que el cuarto aunque era pequeño estaba limpio, la cama se veía cómoda, había un armario, una mesita, una silla, otra puerta que supuso que conducía al aseo y una ventana. Aunque no era el colmo del lujo al menos le parecía mejor que donde fue conducida por aquel extraño y horrible ser nada más llegar ese día. Se asomó por la ventana y comprobó con gusto que daba a los jardines, al menos tenía unas vistas bonitas. Miró al cielo límpido y cuajado de titilantes estrellas y las tres enormes lunas con sus vibrantes colores. Al menos desde aquel ventanal podía respirar algo de libertad, esa libertad que ella tanto amaba y que le fue arrebatada de la forma más tonta, por el capricho de un príncipe consentido. La joven sintió la nostalgia nacer en su interior, se tumbó sobre la cama y dejo aflorar unas silenciosas lágrimas por su familia.