《3》

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El Viernes Daniel recogió a Sam de la escuela y la dejó en casa para que se arreglará para ir a su primera clase de karate.
- Mándame la dirección del lugar por si acaso, ¿Ok?
- Sí papá, suerte con tu reunión- le dijo mientras veía como su papá se alejaba en el auto

Sam le mandó la dirección del centro comercial, aunque no le puso el nombre del dojo. Se dio una ducha rápida, se cambió a una ropa más cómoda, y se llevó una mochila con una botella de agua, su teléfono y llaves.
El auto llegó y le dio la dirección al centro comercial. Sam estaba nerviosa, no por tener que practicar karate, lo había hecho desde pequeña, aunque ya no lo practicará casi nada ahora que era mayor, estaba nerviosa por conocer al amor secreto de su padre.
Sabía que podría habérselo preguntado directamente a su papá, pero creía que no le contaría nada sobre ese tal Johnny Lawrence, tal vez solo que en la preparatoria lo molestó pero jamás que había tenido sentimientos por él.

Llego al centro comercial, pagó el auto bajando de éste viendo el dojo frente a ella.
Tenía un logo de una cobra con el lema "Strike first, strike hard, no mercy" le pareció un poco exagerado, aunque era bastante llamativo.
Respiró profundo y abrió la puerta.

Al entrar vio a unos diez chicos y chicas estirandose en la colchoneta que abarcaba casi todo el lugar, había un espejo en toda una pared y en otra estaba pintado el lema del dojo en negro.
Sam vio alrededor, pero no vio a Johnny por ninguna parte.
- Hola- oyó que alguien le decía, se volteó y vio que un chico moreno le sonreía, atrás de él venía otro chico rubio
Ambos tenían gis blancos con el logo de la cobra.
- ¿Vienes por la primera clase gratis?- le preguntó el chico moreno
- Sí, vengo por eso, soy Sam
- Miguel y este de aquí es Robby
- Hola- saludó Robby
- Ahora estamos calentando y en unos momentos el sensei Lawrence dará la clase- le dijo Miguel

Sam solo asintió y siguió a ambos chicos a la colchoneta para calentar.
- ¿Cómo descubriste el dojo?- le preguntó Robby mientras estiraba sus brazos
- Oh bueno, desde pequeña me ha gustado el karate y quise practicarlo de nuevo, busqué algunos dojos y éste me llamó la atención- mintió

No le gustaba mentirle a esos chicos, se veían que eran buena gente, pero tampoco le parecía buena idea decirles que había ido ahí para conocer al amor secreto de su padre, que resultaba ser su sensei.
- Que genial, el sensei Lawrence es el mejor en karate en todo All Valley- dijo Miguel

Fue entonces que se escuchó que alguien abría la puerta de lo que a Sam le pareció una oficina.
- Escuchen, maricas- fue lo primero que dijo el hombre al salir poniéndose enfrente de todos, él también traía un gi blanco como el de los demás y traía una cinta negra amarrada a la frente- pónganse en filas para comenzar
Todos los alumnos obedecieron, Sam se puso atrás de Miguel y Robby, pero tenía buena vista de Johnny.
- ¿Éste es el chico del que mi padre se enamoró?- pensó Sam al oír como le hablaba a sus alumnos

Durante un rato estuvieron haciendo varios movimientos básicos de karate, a veces Miguel o Robby pasaban al frente para mostrar los movimientos.
- Formen un círculo- ordenó Johnny cuando terminaron de practicar
- Al parecer el sensei tiene favoritos- los molestó Sam ya estando en círculo
- Claro que no- dijo Robby rodando los ojos divertido
- Es solo que llevamos aquí desde que el sensei puso el dojo, hace un año- explicó Miguel- fuimos sus primeros alumnos
- Con razón ambos son tan buenos- les dijo Sam con una sonrisa
- ¡Silencio!- dijo Johnny mientras se paseaba dentro del círculo viendo a sus alumnos

Después de unos segundos señaló a uno de los chicos que se puso en medio del círculo, fue entonces que Johnny se paró donde estaba Sam, viéndola de pies a cabeza.
- Eres nueva, ¿Cierto?- le preguntó
- Sí, sensei- le respondió
- Aquí en Cobra Kai solo entran los mejores de los mejores- empezó a hablar- tenemos la tradición de que la persona nueva combata con uno de los mejores de aquí- con una seña de mano hizo que el chico que había elegido volviera a su lugar- Miguel- lo llamó viéndolo un segundo

[Lᥲᥕrᥙsso] Eᥣ dιᥲrιo qᥙᥱ ᥣo ᥱmρᥱzó todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora