ᴀᴍᴀʀ ᴘᴏʀ sᴇɢᴜɴᴅᴀ ᴠᴇᴢ | Jimin y Tu

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Y esta es mi historia. En realidad no está llena de éxitos, lo único que quería era tomar mis propias decisiones. Ser libre. Soy el único hijo hombre, y heredero de una familia adinerada. La verdad mi vida siempre estuvo planeada, hasta en el mínimo detalle. Inclusos desde que tenía seis años, ya estaba decidido con quién iba a casarme. Jang Seung-yeon.

Nos casaríamos, y daríamos frutos para nuestros ilusionados padres. Dinero, poder y una hermosa mujer. Eso es lo que la mayoría de hombres desean. Pero...¿que hay de la libertad?

Desafortunada mente mis planes, jamás fueron los mismos que los de mis padres. Huí para encontrar el valor de enfrentarme a ellos. Quise estudiar en el extranjero, con el objetivo de ganar tiempo. Y lo logré, al irme a estudiar a New York. Como pueden ver, hice todo para alejarme de mi familia y de mi prometida por supuesto. Lo único que quería era ser libre. No pensar en el futuro, vivir sin reglas y enamorarme de quien yo decidiera. Y sí, encontré el "verdadero amor". Encontré la razón para enfrentarme cara a cara a mis padres. Ella era por lo que había esperado estos años. Quién iba a pensar que iba a encontrar el amor, del otro lado del océano. Clara, en el momento en el que estaba con ella, el invierno se volvía cálido, y el tiempo pasaba muy rápido. No dejaba de mirarla; de tomar sus manos y de sentir su piel. Tenía que eliminar la posibilidad de no estar con ella, entonces le pediría matrimonio. Era imposible que no aceptara. Está bien, la verdad nunca le había pedido matrimonio a alguien. Pero si no lo hacía por amor, entonces ¿por qué lo haría?

-Hemos estado juntos por más de una año—me paré y comencé a hablar—y—estaba nervioso, no sabía que decir—y te amo demasiado—me arrodillé a lado de la meza de la cafetería

-Hay no no puede ser—la oí murmurar, pensé que era la emoción

-Cásate conmigo—hable una vez tenía la caja abierta en donde se mostraba un anillo de compromiso

-No estoy lista para esto Jimin—se quejó, dejándome confuso—no estoy enamorada de ti—afirmó—solo hemos estado juntos por un año, no puedo hacer esto—siguió hablando mientras negaba con su cabeza repetidas veces

-¿Qué?—fué lo único que se me ocurrió decir en ese momento

-Perdóname por lo que voy a decirte Jimin—contestó mientras se paraba de su asiento—pero—se detuvo unos segundos—esto que sientes, no es amor—finalizó, para luego agarrar su bolso y salir de la cafetería

-Clara—la llamé—¡Oye!—volví a llamarla—¡Estoy desesperado!—grité para que me oiga, sin embargo me ignoró

-Tú no eres mi tipo—comentó otra mujer que había entrado exactamente al momento que grité mientras tenía la pequeña caja en mis manos

-Por favor, Ana—escuche a otra chica detrás mío

¿Qué es el amor?¿Dónde podía encontrarlo? Dónde...

Ahora me encontraba en el avión, de regreso a Corea.

-¿Qué sucede?—preguntó una chica mientras tenía a un bebé en brazos—¿Qué pasa?—volvió a preguntar, entonces noté que estaba cayendo, así que la sujeté logrando que se sentara sobre mis piernas—¡Vamos a caer!—exclamó con miedo—¡Qué pasa!—está vez ya no era una pregunta—Dios por favor ayúdame, no dejes que nada le pase a mi bebé; toma mi vida y dásela a él por favor—repetía una y otra vez

-Tranquila—traté de calmarla, mientras rodee a ambos con miz brazos—Escucha. tranquila—volví a insistir en tranquilizarla mientras ella seguía con sus insistentes "no dejes que le pase nada ami bebe"—Ya tranquila, la señorita dijo que todo estaría bien—hablé nuevamente—No te preocupes