Voy a casa de mi tía

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El colegio había acabado por este año estabamos en verano pero mi mami no podía estar muchos días en casa por trabajo así que me llevo a pasar el verano en casa de mi tía.
En esa casa plantearé la situación en ella estaremos yo que hablaré como Pablo, después mi tía Eli que tiene dos hijos mellizos de 4 años una chica y un chico, María y Nacho respectivamente.
Lo que ocurre es que mis primos son muy traviesos, aunque son unos bebes de mami y es como si tuvieran dos años o un poco menos ya que nunca han querido evolucionar más y Eli se lo ha permitido, además otra persona importante es la niñera Marta que ayudará a cuidar a los niños, es una chica joven de 18 años muy bella.

Mami me dejo en casa de mi tía y cuando llegue al salón vi lo que podía ser perfectamente una guardería allí estaban mis primos simplemente en pañales jugando con sonajeros. A mi me llamo mucho la atención ya que me gustaría estr igual que ellos pero me daba vergüenza pedirselo a mi tía, pasamos el día hablando mientras jugabamos con los bebés y se me ocurrío una idea para esa misma noche. Llevamos a dormir a los bebés tras todo el día a sus cunas en un cuarto muy grande. Y después yo me fui a la cama con mi plan en la cabeza.
Me puse una alarma 30 minutos antes de que mi tí viniera a despertarme. Me fui a dormir y cuando me levante por la mañana comence a hacerme todo encima en mi pijama, estaba tumbado boca abajo para que cuando me despertara lo primero que viera fuera mi culete cagado, por tanto me hice todo y solo me quedo esperar.
-Eli:Buenos díaaaaaas, ufff como huele aquí que ha pasado-dijo antes de destaparme-.
Lo destapó y se encontró el pastel de Pablo estaba lleno de popo y pipi ya Pablo se despertó y Eli enseguida lo llevó rápido a la ducha ya que estaba muy muy sucio.
-Eli: Oye Pablo creo que te voy a tratar como un bebé, igual que a tus primitos, ya que esto los has hecho a propósito.
Simplemente me puse rojo y no dije nada porque en verdad es lo que quería. Conociendo esto, Eli llamó a Marta que vivía cerca para que viniese a ayudarla.
Cuando llegó Marta, se quedaría en casa con los primitos pequeños que aún no se habían despertado y Pablo se iba con su tía de tiendas de bebés.
Al ver a Marta me quede impactado ya que aunque me gustaba ser un bebé también era un adolescente con muchas inquietudes sexuales y que no controlaba.
Aun así no hablaron practicamente nada ya que tía Eli tenía mucha prisa en ponerme como me merecía.
Nos subimos al coche y salimos de camino hacia las tiendas de la ciudad en las que hacían cosas de bebé a medida.

Espero que os vaya gustando esta nueva historia 😊😊😊

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