La Pequeña De Los Cullen

Capítulo 3

Las semanas pasaron más rápido de lo que usualmente lo hacían.

Como ya era costumbre, William tenía que entregar los expedientes, archivar los casos y dar reportes de los siguientes meses agendados.

Se masajeo la frente intentando no quedarse dormido en el proceso. Pues levantarse temprano, alistar a su hija para el colegio y después ir a su trabajo donde pasaba horas sentado leyendo papeles, haciendo reportes y archivando casos.

Pará después ir a la casa únicamente solo para descansar estaba pesandole demasiado, por suerte sentía alivio de ya no llegar a hacer la cena, o hacer con su hija los deberes.

Ya que Annie era la que se encargaba de todo eso, sin embargo; sentía que en parte se estaba perdiendo de muchas cosas con su hija.

La escuela, su día a día, logros propios, juegos y demás.

Pues en parte no era para él una coincidencia que su hija haya enfermado las últimas semanas anteriores y su peso sea menor, pues a pesar de que Annie se encargaba de cocinar. Ninguno de ellos estaba realmente al tanto de sí la niña comía bien su porción.

Una vez dadas las 4:15 de la tarde annie se retiraba a su hogar porque también tenía una familia que mantener y velar por su bienestar.

Así que en ese tiempo las últimas semanas, Arya se quedaba sola en casa, en espera de que llegara su padre del trabajo. Pero era tanto la espera que la niña por fin cedía ante el sueño y el cansancio que terminaba dormida en el sofá de la estancia.

-Ten, te traje esto -contestó Charlie dejando un vaso de café en el escritorio junto a una bolsa con un par de panes.

-Gracias señor, pero no es necesario -exclamó con pena.

-Anda -ordenó el jefe. -Te ayudará con el trabajo, me imagino que no haz almorzado nada.

En ese momento, como si su estómago diera vida propia, este rugio pidiendo alimento.

-¿Vez?-dijo.

-De verdad señor, esto no es necesario -contestó

-Dejate de estupideces y comelo de una vez -ordenó -Y en cuanto lo hagas te retiras.

-¿Disculpe usted?-preguntó. -¿Quiere que me vaya temprano? Pero aún hay muchos papeles por archivar, examinar los casos. ¿Por qué?

-¿No me digas que ya lo olvidaste?-cuestionó -¡No puede ser! ¿Qué no hoy tenías consulta en el hospital de Forks con tu hija?

-¡Es cierto!-recordó -Lo olvidé, ahh... Señor.

-Sí, vete tranquilo, yo te cubro el turno cabeza hueca -explicó -A ver si ya dejas de trabajar tanto y pasas más tiempo en casa, "novato"

-Muchas gracias, de verdad señor -dijo sonriente -Le compensare las horas extras.

Tomó su saco y salió de la oficina que compartía con el jefe, iba distraído buscando las llaves cuando chocó de improvisto con algo.

-¡Pero que tonto!-dijo una voz. -¿Pará qué te sirven los ojos si no puedes ver por dónde vas Forger?

-Windston -comentó por su parte, teniendo la misma expresión que el presente.