Recuerdos Vacíos

Nada sigue igual en este lugar, tu nombre resuena una y mil veces en mis labios y eso me duele, pero dijeron que si una persona quiere amor por el dolor tiene que pasar. Contame la verdad ¿ya me guardaste en el pasado? ¿Ya me dejaste atrás? Si en tus recuerdos aun navega mi apodo quiero que sepas que alguna vez te esperé acá. Desde tu partida los días se volvieron puñales depravados, me partiste en dos y un pedazo te llevaste vos. Pasan las horas y yo siento que muero en cada segundo que pasa, estoy acariciando fantasmas que tu amor me dejó y recolectando por partes mi ilusión. Recordar es más doloroso que imaginar y es por eso que imagino lo cerca que podemos llegar a estar; volver a verte seria como respirar porque tu egoísmo hasta el aire se llevó y eso hoy es mi pesar. Solo busco entre los escombros de nuestro tiempo desvanecido, viajar por mi propio espacio y bañarme en claridad, teniendo conversaciones con mi otro yo aprendí que si quiero amor debo aprender a cambiar y que si quiero ganar la confianza de alguien más tengo algo a cambio que dar, y de vos aprendí que con tan solo unos besos sinceros podría convertirme en ladrona profesional para así arrebatar descaradamente emociones ajenas y congelarlas en mis inviernos disfrazados de otoños que quizás algún día entregaré con un hermoso envoltorio. Recuerdo esas veces en las que viajaba y mirando por la ventanilla pensaba en lo rápido que se pasa la vida y en todo lo que se nos escapa de las manos, pero mi inocencia escondía bajo la alfombra otra realidad, estando ahí sentada nunca imaginé que alguien podría venir a tomarme la mano y con palabras endulzadas podría quitarme de un plumazo todo y en tan poco tiempo. Bajo la luz de una galaxia que aquella vez te regale prometiste no dejarme atrás, prometiste no alejarte, mientras repetías ese cruel himno como disco rayado, me dedicabas canciones con mensajes ocultos pero yo solo me permitía escuchar solo aquello que sabía que no me iba a lastimar. Mi corazón, al final lo rompiste como hiciste con esa copa de vino que en una noche de discusión en el balcón nos acompañaba, junto al vino y los cristales rotos, quedó mi más sincero amor.

B l a c k  W i t c h.