Mi Estrella - One Shot and AU Edser

Secuestro (Parte 1)

Eda tenía 20 años cuando sus padres murieron en un accidente de coche. El mundo se le vino abajo, ahora también tendría que hacerse cargo de Elif, su hermana pequeña de 3 años.

La relación con su abuela nunca había sido buena, las niñas la habían visto en contadas ocasiones ya que su madre y ella no se llevaban bien pero después de su muerte, vino y les dijo que las ayudaría en todo lo que necesitaran y que no estaban solas. Eda, que estaba desesperada, creyó en sus buenas intenciones y confió en ella, al fin y al cabo, era su familia.

El día del entierro, Eda confió en su abuela, la cual se ofreció a quedarse con Elif hasta que ella volviera de despedirse de sus padres, pero cuando volvió completamente destrozada y deseosa de abrazar a su hermana, encontró la casa vacía. Entró a la habitación de la pequeña confiada de que estaría allí y vio una nota encima de la cama

― No intentes buscarla, ella es mía, nunca más volverás a verla ―

No, esto no podía ser verdad, ella no podía haber perdido a sus padres y a su hermana en un solo día, ahora sí que estaba sola.

Eda corrió escaleras abajo cuando sonó el timbre de la puerta pensando que tal vez se había arrepentido, pero cuando abrió no encontró a la pequeña, en su lugar había un hombre alto, con el cabello rubio rojizo peinado hacia atrás y barba. Tenía los ojos más bonitos que había visto en su vida.

― Hola, mi nombre es Serkan, perdona la molestia, pero acabo de mudarme a la casa de al lado y quería saber si me podrías prestar algo para cenar, no pensaba que fuera tan tarde y a esta hora ya todo está cerrado y no tengo nada en casa ― Dijo con una sonrisa ―¿Te encuentras bien? Estás muy pálida ¿necesitas algo?―

Eda no pudo responder nada, su visión se nubló y todo le empezó a dar vueltas hasta q sintió que las piernas le fallaban y lo vio todo negro.
Cuando empezó a recuperar la consciencia estaba muy aturdida, la cabeza le dolía muchísimo y sentía que estaba sobre una superficie blanda. Poco a poco fue abriendo los ojos y reconoció su salón así que supuso que estaba en el sofá, pero... ¿Cómo había llegado ahí? Poco a poco fue recorriendo la estancia con la vista hasta que sus ojos se fijaron en un cuerpo grande que estaba sentado en el otro lado del sofá y la miraba preocupado.

― ¿Cómo te encuentras? ¿Necesitas que llame a alguien? ― preguntó mientras la ayudaba a incorporarse

―¿Quién eres tú y por qué estas en mi casa? ― Pregunté aún un poco aturdida poniéndome las manos en la cabeza

― Mi nombre es Serkan, soy el vecino de al lado, me acabo de mudar, llamé a tu puerta justo antes de que te desmayaras, pude cogerte antes de que chocaras contra el suelo y te traje al sofá, ¿estás bien? ―

Los recuerdos empezaron a llegar a la cabeza de Eda, fue consciente de lo de sus padres y de que su hermana se había ido y de que estaba sola y las lágrimas volvieron a nublar su visión y negó con la cabeza al desconocido que estaba en su salón y que se había acercado a ella al ver las lágrimas rodando por sus mejillas. La atrajo hacia él y la envolvió en sus brazos, ella se aferró a su camiseta y lloró y lloró hasta que ya no le quedaban más lágrimas por derramar.

Él la dejo y la rodeó con sus grandes brazos consciente de que esta mujer desconocida que se aferraba a él necesitaba consuelo en este momento. Se mantuvo en silencio acariciándole lentamente el largo pelo castaño que caía por su espalda.

Cuando ya no pudo llorar más se levantó lentamente percatándose de lo que estaba haciendo.

― Yo...lo siento mucho, no debería tomarme tantas confianzas, perdóname― Dijo nerviosa apartando la mirada de él y agarrando con fuerza el dobladillo de su vestido negro