•8•
-¿Nena? -se escucho a lo lejos-
Me acurruque e intente volver al sueño, el cuál ya había olvidado completamente, saque el pie de la sábana y seguí abrazando a la almohada perfumada de Peter
Sentí su risa y su olor por lo que cuándo abrí los ojos me lo encontré a él abrazándome posesivamente
-Buen día pequeña.. -susurro-
-¿Qué hora es? -dije dormida-
-Son las cinco de la tarde.. dormiste mucho creo -río divertido-
Abrí los ojos como platos y me intenté separar pero fue imposible, él tenía mucha más fuerza que yo
-Sueltame -dije histérica-
Me rendí y subí la cabeza para mirarlo, el pelo lo tenía mojado por lo que supuse que se había bañado
Mire la cama y el estaba solo con sus boxers mientras yo solo tenía mi pijama de ositos cariñositos, apoye mi cabeza en su pecho y suspiré dramáticamente como de costumbre
-Con Natalia no paso nada -dijo el acercandome más-
Me subió más hasta que pudo que su cabeza estabara en mi cuello, lo beso y se acurrucó en mi pecho
-¿Jésica? -pregunte confusa-
Obviamente sabía quién era pero no le iba a decir que Eugenia me contó absolutamente todo de él y esa chica
-La rubia de ayer -explico- Yo la rechace, si quieres puedes preguntarle a Nicolás o Gastón -dijo más rápido-
Cuando soltó mi mano, la levanté y le acaricié suavemente el cabello mientras el se metía entre mis piernas
-No necesito que me des una explicación Peter -murmure-
Él solo me mordió el pezón derecho, por encima de la tela, haciéndome gemir y chillar
-Necesitaba decírtelo -afirmo serio-
Le levanté la cabeza para mirar su ojos verdes, se acercó más a mi hasta que juntamos nuestros labios
Jugué con su cabello mientras el dejaba besos en mi cuello, una vez frente a frente volvió a besarme
Le sonreír tímida justo cuando por la puerta entra Lili, la mucama, con muchas toallas en las manos y luego del grito de Peter se dió media vuelta y salió corriendo cerrando la puerta atrás de ella mientras el solo se reía
-¿Quieres que veamos películas? -pregunto acariciando su nariz junto con la mía-
Lo mire sentía como su pecho subía y baja nervioso e inseguro, le sonreí para calmarlo y el agarró mi mano y la beso tiernamente
-¿Y Euge? -pregunte-
No quería dejarla sola al fin y al cabo la pijamada era entre nosotras y en estos dos días solo me veía con Peter y nos besamos como dos locos
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Destino
RomanceDos calles distintas, direcciónes contrarias y dos corazones destinados a extrañarse el uno al otro, en ese juego cruel que se hace llamar destino.."