Destino

🥀Capítulo número 24🥀

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Dos semanas después..

Salí del vestuario con el enorme vestido blanco, me pare arriba de una plataforma viéndome al espejo mientras mamá largaba lágrimas de felicidad y me decía lo hermosa que me encontraba

-¿Lo llevan? -pregunto la chica-

Yo iba a responder que no, ya que no me gustaba y me gustaría probar otros tipos de vestidos menos llamativos pero mamá me interrumpió diciendo que sí

Salimos de la tienda con la bolsa entre las manos de mamá mientras me decía lo hermosa que iba a ser la boda, Marian nos había mandado un chófer para acompañarnos y mamá estaba feliz mientras yo solo fingía

Mire el perfil, suspiré nerviosa y recordé lo que hable con Peter anoche

Flashback..

-¿Entonces..? -pregunto él-

Rasque mi nuca y me acurruque en su pecho desnudo, besé su barba de dos días que me había cosquillas y lo miré

-Mañana se lo voy a decir -asegure-

Sus manos agarraron mi cintura desnuda e hicieron que me suba encima de él para luego besarlo dulcemente acariciando su mejilla

-¿Y si te intenta manipular? -pregunto acariciando mi trasero-

-No me interesa.. -dije segura- Quiero estar contigo y no con Mariano -de escuchar su nombre Peter se tenso-

Se sentó haciendo que yo quedé horcajadas arriba de él, mi boca fue a su cuello y mi boca lo mordió suavemente con una sonrisa en la cara

-Lali cada vez falta poco... Tienes que ser sincera y estar firme -dijo el agitado-

-Estoy segura que lo va a entender -dije mientras ahora besaba su oreja-

-Nena.. eso ya lo dijiste y ella casualmente no estuvo en casa -dijo algo enojado- 

Era verdad, por la mañana le había mandado un mensaje a mamá diciéndole que teníamos que hablar, ella respondío con un "Si si hija" y durante toda la tarde no apareció y cuando lo hizo estaba acompañada por sus amigas y por Mariano

Y la otra vez que también la quería enfrentar enfermo con "fiebre" y estuvo en reposo dos días seguidos, la tercera era la vencida decía papá

Él ya sabía que me veía con Peter y no dijo nada, solo me admitió que sea más cuidadosa, ya que Peter me había dejado un cuadra después de mi casa, justo en el taller de papá y yo no me había dado cuenta

-Eres mía, mi amor -susurro- ¿O no?

Asentí mientras sentía como la polla de Peter rozaba mi entrada, me frote en ella y me arqué mientras la boca de Peter se dirigía a mi seno izquierdo

-Si, Pitt -gemí despacito-

Él sonrío y entro en mi mientras sus manos se aferraban a mis caderas y comenzaban a manejarme suavemente