Y entonces el prometió que incluso si tenía que morir... crearía una cuidad para mi. Se llamaria la cuidad en donde habitan los ángeles.
La imagen de portada no es mía, y algunos de los personajes están sacados del manga Tokyo revengers así que tam...
El camino parecía haberse alargado con la unica intencion de hacerme todo más incomodo. Cuando llegamos solte mi agarre y baje de la motocicleta de Mitsuya sintiéndome por algún motivo apenada. El aún no decía nada, había estado callado todo el camino y ese silencio no me agradaba. El no era así, al menos no conmigo. El era la única persona con la que podía conversar por horas sin que nos quedáramos sin algun tema. Era el que me entendía cuando Draken no lo hacía, incluso cuando se molestaba nunca dejaba de hablarme. Por eso esta vez se sentía diferente. El solo se limito a ver como bajaba de su motocicleta por uno de los espejos retrovisores. Seguía mis movimientos con atención.
-¿Esperaras a Draken?- le pregunté intentando romper aquel silencio, pero había sido en vano.
El repitio mi acción y bajo de la motocicleta. Yo esperaba que el respondiera la pregunta que le acababa de hacer. Pero el solo asintió y espero que caminara a la entrada para seguirme. Decidí no mirarlo. El contacto visual me resultaba difícil y en ese momento sentía que cualquier cosa que hiciera empeoraria las cosas entre el y yo. Así que intentaba llevar todo con algo de calma.
Abrí la puerta y el paso detrás de mi.
Esta era una escena que ya me resultaba familiar. Tanto que podía repetirla mil veces en mi cabeza sin equivocarme. Cada tarde después de clases corría por todos los pasillos del instituto, no me importaba a cuantas personas tenía que empujar solo me importaba encontrar a Mitsuya esperando por mi. Siempre recargado en su motocicleta y con su sonrisa calida cuando me veía. Después el me traia a casa mientras me pregunta como habia estado mi día,yo le abria la puerta y el se dirigia al mismo sillón, se tiraba en el estirando sus piernas y cubriendo su cara con uno de sus brazos. Se queda en silencio y después me hablaba de lo que habian echo Luna y Mana en la escuela o si Draken me ha dejado algún recado o simplemente hablabamos de cosas al azar como alguna canción que habiamos escuchado y que no podiamos dejar de repetir. Habíamos vivido tanto tiempo de la misma manera sin darnos cuenta y ahora su indiferencia y frialdad se sentía mil veces peor.
Ahora algo habia cambiado. El estaba en el mismo lugar, pero esta vez estaba tan serio y callado que hacia que cada minuto que pasaba se sintiera lleno de nostalgia. Como si algo se empezara a desmoronar. El seguia en la misma posición con su respiracion lenta y pausada,como si estuviera dormido,pero no lo estába, de eso estaba segura. Yo seguía de pie frente a el como una niña que estaba siendo regañada, me hacia sentir nerviosa, era como si mi presencia fuera diminuta pero mi culpa fuera enorme. No queria hablar y hacer una mala elección de palabras, no queria equivocarme y que eso nos lleve a terminar peleando. Simplemente no quería perderlo. Pero nisiquiera podia entender que era lo que habia pasado, que era lo que lo había puesto tan mal como para terminar tan enojado.
