Mi silencio ensordecedor parece poner de los pelos a Kenzie, estoy respirando con dificultad desde que salimos de la empresa de Mawell, me la pasé callada en el auto cuando regresamos a casa, no le he dirigido la palabra, no la he mirado ni mucho menos he tenido contacto con ella en estos últimos treinta minutos, se que Rex puede percibir la tensión que se ha formado, pero eso no me importa justo ahora porque mi mente, en este mismo instante, no está aquí en la realidad o pisando tierra, estoy en mi pequeña pero placentera fantasía, donde ahorco a Draco Wesley, dándole fuertes azotes en el culo por ser un bastardo hijo de puta grosero conmigo.
¿Quién demonios se creyó para hablarme así?
¿Y quién demonios se ha creído para manipularme así?Cuando estoy de regreso en mi casa, solo llego y me siento en el rincón de la sala, juntando mis muslos a mi pecho, abrazando mis piernas, posando mi frente en mis rodillas, lamentando lo que hice.
Tengo ganas de arrancarme el cabello, de tirarme de un balcón o lanzarme por la ventana, pero solo me mantengo quieta como estatua en mi lugar.
¡Estúpida yo por ser tan impulsiva!
¡Estúpido Draco por sacarme de mis casillas!
—Harleen, joder habla de una vez, tu silencio me da tortícolis...—Kenzie está sentada frente a mi, bebiendo no se que mierda y a su lado se encuentra mi guardaespalda que me mira preocupado, se acerca a mi con lentitud, como si temiera que en cualquier momento me vaya a lanzar sobre el para atacarlo, por lo que parece pensarselo mejor, se detiene y regresa a su lugar, junto a Kenzie nuevamente.
—Jefa, se va resfriar si sigue sentada en el...—hablo antes de que Rex termine su oración.
—Firmé el contrato —Kenzie escupe su bebida y este cae en la cara de Rex, él se levanta como un resorte del sillón haciendo una mueca desagradable lo cual hace que mi mejor amiga lo mire fijamente unos segundos y luego estalle en carcajadas.
Yo, que me encontraba seria y en un viaje astral de la furia, tampoco pude ocultar mi risa y la sigo, Rex nos fulmina con la mirada a ambas, bufa y se va maldiciendo en voz baja cuando sale de la sala en dirección a la cocina.
—Eso fue muy asqueroso Kenzie —digo entre risas, limpiando una pequeña lágrima que escapa por el rabillo de mi ojo.
—¡Lo sé! pero es que tu dijiste... dijiste...—la risa no la deja decir palabras coherentes, me levanto del suelo para ir a sentarme junto a ella.
Coloco la palma de mi mano en su espalda, tratando de calmar su escandalosa risa que brota de su garganta, solo unos cuantos minutos pasan para que sus carcajadas se conviertan en pequeños sollozos, después esos sollozos se conviertan en llantos a moco tendido.
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INSACIABLE © |+21|
Roman pour AdolescentsLIBRO I - SAGA PLACERES INDEBIDOS (BORRADOR) Una actriz Un actor Un cantante Un modelo ¿Qué nos espera en esta historia cargada de tensiones y tentaciones? Draco: Actuaremos en la mejor serie erótica nunca antes vista en la historia. Alvin: Compondr...