Tu izquierda yo derecha (Luca x Alberto)

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Portorosso.

El sol caía sobre puerto Portorosso generando grandes sombras en las calles, por las casas que estaban en la colina, las personas caminaban por los callejones con normalidad, los niños jugaban, los cargadores llevando costales cruzaban los pasillos, y como en todo lugar pequeño, un grupo de señoras cotilleaban los chismes más recientes del puerto, todo estaba tranquilo y pacifico algo normal en ese pueblo.

Alberto pedaleaba sobre una bicicleta que llevaba amarrada una avalancha donde cargaba mercancía. Se desplazaba por los angostos callejones con gran destreza y saludaba a las personas, era reconocido por casi todo el puerto como el repartidor de Massimo. Alberto se detenía frente un establecimiento del puerto, entraba con un paquete y salía con un puño de monedas que depositaba en su bolsillo, la acción se repetía con varios de los establecimientos hasta llegar a un negocio reparación de motocicletas, detuvo la bicicleta frente al puesto tomo un paquete y entro.

Alberto: hola.... (Escuchando un eco dentro del establecimiento).

Alberto: HOLA....... (HABLANDO UN POCO MAS FUERTE).

Alberto camino más profundo dentro de establecimiento, se veía un lugar obscuro con telarañas en el techo muchos instrumentos y materiales regados por los rincones del lugar, Alberto siguió caminando pasando al punto donde la luz de la entrada apenas deslumbraba dentro del cuarto. Detrás del chico una sombra se alzó lentamente entre unas cajas y comenzó a seguir a Alberto de manera silenciosa, justo cuando se encontraba detrás, el chico sintió su presencia girando rápidamente para ser derribado. Forcejeando con el sujeto sobre el suelo derribando algunas cajas y materiales durante unos segundos, hasta que Alberto queda boca arriba sobre el suelo con ambos brazos sujetados y su contrincante estaba sobre el deteniéndolo y mirándolo a la cara.

Alberto: AHHHHHHH SUÉLTAME....... (Forcejeando).

¿¿¿???: ¿Qué haces aquí pequeña piraña asquerosa?

Alberto: AHHHHHH, vine a patearte el trasero (tratando de liberarse).

¿¿¿???: Ríndete

Alberto: ¡NOOOOOO!

Alberto intentaba con todas sus fuerzas librarse del agarre, pero era inútil su contrincante era más grande, fuerte y pesado que él. Estuvo luchando un par de minutos, pero la resistencia de Alberto poco a poco llegó al límite.

Alberto: ¡YAAAAAA! Me rindo... (bajando la voz)

¿¿¿???: ¿Cómo? no escuche bien

Alberto: ¡QUE ME RINDO YA!

¿¿¿???: jajajajaja no va a ser tan fácil, di que eres un pedazo de basura inútil (sonriendo)

Alberto: ¡QUE! ¡ESTAS LOCO!

¿¿¿???: a no

El tipo garraspo la garganta despegando cualquier flema ubicada en ella, puso su rostro encima de el de Alberto y le mostro lo que estaba por caerle en la cara. Alberto desesperado trataba de librarse, pero las fuerzas se le habían agotado.

Alberto: NO YA... YA.... ME RINDO SOY... soy... un pedazo de basura inútil (resignado desvió la mirada hacia un costado sonrojado).

El joven escupió toda la reserva de su boca hacia un lado y soltó a Alberto, se retiró de encima del menor con una sonrisa de victoria.

¿¿¿???: Lo sé, pero es lindo escucharlo de ti (dándole la mano a Alberto).

Alberto: No es justo me agarraste desprevenido (tomando la mano de joven).

¿¿¿???: jajajaja. Los perdedores Siempre ponen escusa.

Alberto: eso lo sabes tú muy bien.

¿¿¿???: jejeje (sobándose la cabeza). Pero debo admitir algo, te estas volviendo más fuerte (sonriendo).