One-shots Rangshi

Las Aventuras Borrachas de Rangi

Rangi se sentó en la taberna frente a Jinpa. Fue una noche de auge en el anillo central de Ba Sing Se. Kyoshi estaba en el anillo superior, lidiando con el Rey Tierra, ya que, solo al avatar se le permitió estar en su elegante presencia. A Rangi no le importaba no estar allí de todos modos, ella y Kyoshi se habían peleado antes por su forma de manejar la violencia que había estallado en las calles del anillo inferior ese mismo día. Kyoshi, tan terca como su elemento nativo, no estaba planeando cambiar sus costumbres sin importar cuánto la regañara Rangi. Estaba demasiado concentrada en su visión de hacer lo que quería hacer como Avatar. Rangi a veces se preguntaba si Kyoshi se dio cuenta de que la idea de ella que inculcó en las personas a las que ayudó tuvo un gran impacto en su éxito como Avatar. Rangi no pudo evitar meditar en silencio ante las aparentemente irreflexivas payasadas de su novia.

Pidieron sus primeras bebidas y Jinpa bebió lentamente su jugo sin alcohol mientras sonreía ante la opción de Rangi del cóctel característico de la taberna. "La gente de toda la ciudad se maravilla con eso, ¿cómo es?"

Rangi tenía su mejilla apoyada contra su puño, mientras miraba hacia abajo y hacía girar su pajita de madera. Quitó la pajita y tragó la bebida en cuestión de segundos. Los ojos de Jinpa se agrandaron mientras miraba con asombro.

"He bebido mejores". Murmuró mientras se limpiaba la boca con la manga. Levantó su bebida para señalar otra. Jinpa parpadeó y miró hacia abajo, sin gustarle a dónde iba.

Unos momentos después, llegó su segundo trago, y también se lo había bebido en segundos. "Otro." Ella hizo una señal para un tercero.

Jinpa miró suplicante al anfitrión, pero el anfitrión lo miró como si dijera 'de ninguna manera, ella da más miedo'. Frunció el ceño, pero entendió de dónde venía. Pasando mucho tiempo con mujeres increíblemente intimidantes de varios elementos que constantemente se enfrentaban entre sí, siempre tenía que elegir sabiamente con quién se pondría del lado. Entre él y la inquietante maestra fuego frente a él, no tenía absolutamente ninguna posibilidad. Volvió a mirar a Rangi y forzó una sonrisa. "¿Qué tal si... hablamos de ello?"

Rangi se burló. "¿Hablar de qué, exactamente? ¿Cómo mi esposa tiene más de veinte años y continúa calumniando su reputación día a día? " Rangi se pellizcó el puente de la nariz y se sentó con los ojos cerrados. No los abrió ni se movió de su posición hasta que sintió el tercer trago golpear la mesa.

Jinpa levantó un dedo para protestar, pero lo retuvo, ya que era demasiado tarde y la taza ya estaba vacía. Casi quería desmayarse cuando ella volvió a levantar su bebida vacía, señalando que le pidiera otra.

"Kyoshi no va a estar feliz conmigo". Murmuró en voz baja mientras movía los dedos debajo de la mesa. Rangi frunció el ceño y lo miró como si acabara de escupir en su honor. Movió la mano para chasquear los dedos frente a sus ojos, "Oye", miró hacia arriba para mirarla, "Estoy a cargo aquí, ¿recuerdas?"

Levantó las cejas e inclinó la cabeza. "No cuando estás así, no lo eres".

Todo estaba empezando a golpearla cuando sintió que la taberna se tambaleaba a su alrededor, apoyó la cabeza contra la mesa. "¿Cómo qué?" Ella arrastraba las palabras.

Jinpa trató de quitarle el cuarto trago cuando finalmente llegó, pero ella luchó contra él y lo logró, ya que era más fuerte. Él se rindió y se sentó derrotado mientras ella bebía felizmente su contenido. Sus mejillas estaban enrojecidas y sus ojos estaban mucho menos enfocados de lo que solían estar, sabía que tendría que guiarla con un brazo caído sobre sus hombros de regreso al Avatar.

Rangi le preguntó al azar a Jinpa sobre cierta estrategia que usó en Pai Sho que había estado en su mente por un tiempo, y se acostó con la mejilla contra la mesa mirándolo explicarla. Ella se echó a reír en medio de su declaración, de nada realmente, mientras él esperaba molesto a que ella se detuviera antes de continuar haciéndolo. Sabía que ella no estaba asimilando ni una sola idea de lo que estaba diciendo, pero aún sentía la necesidad de explicárselo, únicamente porque daba miedo, incluso siendo borracha.